Un aguacero de treinta minutos de duración que se registró a partir de las 16:20 horas dejó con muchos charcos el estadio Azul, donde a partir de las 17:30 horas, media hora más tarde de lo previsto, se disputará una edición más del “clásico joven” entre Cruz Azul y América.

 

Fue poco después de que los integrantes de ambos clubes saltaron al campo a hacer su calentamiento cuando empezó a llover en esta zona de la capital del país, clima que se prolongó más allá del tiempo que los futbolistas estuvieron en el campo, igual que la cuarteta arbitral encabezada por Jorge Antonio Pérez Durán.

 

A falta de diez minutos para que iniciara el juego, el silbante y sus auxiliares saltaron al campo a revisar el estado del mismo para tomar una determinación con respecto a si se puede disputar o no, o postergarlo hasta que desaparezcan las lagunas que ya se formaron en varias zonas.

 

Una cuadrilla de trabajadores trabajó de dos maneras para dejar en el mejor estado la cancha: un par de ellos clavaron unos picos en ciertos lugares en busca de que el agua drenara más rápido, mientras tres más empujaban el líquido a zonas donde no había charcos.

 

La lluvia amainó pasadas las 17:00 horas, cuando debió iniciar el encuentro correspondiente a la fecha 14 del Torneo Apertura 2013 de la Liga MX, y por acuerdo entre los clubes inició a las 17:45 horas.

 

Aunque el sistema de drenaje del estadio Azul fue cambiado de manera reciente, pues ya se ha visto afectado con los aguaceros que se han registrado, no es la primera vez que la cancha se inunda de esta forma.

 

Cabe recordar que en el partido ante Jaguares, de la fecha tres, el 30 de julio, el silbante Miguel Angel Ayala determinó jugar en una cancha más anegada que la de hoy, lo cual causó el choque del defensa Gerardo Flores con un “felino”, que lo tiene lesionado de la rodilla desde entonces.

 

De manera paradójica, cuando ambos clubes chocaron en mayo pasado en el juego de vuelta de la final del Torneo Clausura 2013 de la Liga MX, también jugaron bajo una tormenta, aunque el estadio Azteca no se vio afectado como el Azul hoy.