La policía italiana ha realizado varias cargas contra un grupo de encapuchados que les han lanzado botellas y petardos en las proximidades del Ministerio de Economía en Roma, durante la manifestación que se convocó hoy contra la austeridad.

 

Decenas de miles de personas convocadas por movimientos antisistema acudieron hoy a la manifestación de Roma para protestar contra la política de austeridad y la precariedad.

 

Se produjeron momentos de tensión cuando un grupo de infiltrados arrojó objetos contra la sede de un movimiento de extrema derecha y después comenzó a lanzar botellas contra los furgones blindados de la policía a la altura del Ministerio de Economía.

 

Tras los altercados, varios furgones y centenares de agentes formaron un cordón de seguridad en torno al ministerio para evitar los ataques del grupo de encapuchados, que lograron dispersarse por las calles adyacentes.

 

La marcha se desarrolló sin problemas durante las primeras horas, pero justo al final comenzaron las tensiones por parte de un grupo de manifestantes que se apartaron del recorrido.

 

Estos lanzaron huevos contra algunas entidades bancarias y el Ministerio de Economía, y también se realizaron pintadas en la estatua de papa Juan Pablo II que se encuentra en la plaza adyacente a la estación ferroviaria de Termini, en pleno centro de Roma.

 

En esa zona, se encuentra la sede de Casapound, centro ocupado por militantes de extremaderecha, y allí tuvo que intervenir de nuevo la policía.

 

Un grupo de encapuchados se separó de la marcha y lanzaron botellas contra la sede de Casapound, donde sus miembros habían también salido a la calle con cascos y mazas, y la policía se vio obligada a acordonar la zona.

 

Roma se encontraba hoy completamente blindada y las fuerzas de seguridad en máxima alerta ya que se temía que se produjesen altercados durante la manifestación, sobre todo tras la expulsión este viernes de cinco anarquistas franceses que tenían planeado infiltrarse en la manifestación de mañana para provocar actos de “guerrilla urbana”, según la policía italiana.

 

Además la policía encontró durante una inspección del recorrido piedras, mazas de hierro y otros objetos escondidos que hicieron recordar los graves disturbios ocurridos en octubre de 2011 causados por varios grupos de encapuchados durante la manifestación de los “indignados” en Roma.

 

La manifestación, con 70.000 personas según los organizadores, comenzó a las 14:00 (12:00 GMT) en la Plaza de San Juan de Letrán, donde muchos habían acampado durante la noche, y se dirigió hacia la zona de Porta Pía.

 

“Contra la precariedad y la austeridad organicemos nuestra cólera” y “Una sola gran obra: una casa y una renta para todos”, se leía en algunas de las pancartas que abrían la marcha.

 

Entre los manifestantes sindicatos, asociaciones y varios colectivos para el derecho a la casa, o el No-TAV, que se opone duramente a la realización de la línea de alta velocidad Turín-Lyon, había un gran número de inmigrantes que pedían la abolición de la ley sobre inmigración vigente en el país.