El presidente Barack Obama, afronta desde hoy una nueva batalla con los republicanos que están usando los problemas técnicos en la puesta en marcha de los llamados mercados de seguros médicos como argumento para sus renovados ataques contra la reforma sanitaria.

 

Obama participará este lunes en un acto en la Casa Blanca sobre la reforma sanitaria en el que se espera que se refiera a los fallos en la web para inscribirse en los nuevos mercados, abiertos desde el 1 de octubre y donde se calcula que casi 48 millones de personas podrán acceder a seguros a precios asequibles o beneficiarse de subsidios federales.

 

“Creo que no hay nadie más frustrado que el presidente con las dificultades en la página web”, admitió hoy el secretario del Tesoro de EU, Jack Lew, en una entrevista con el programa “Meet the Press” de la cadena NBC.

 

Aunque la Casa Blanca ha minimizado esos problemas y los vincula al gran volumen de tráfico en la web, los republicanos los están convirtiendo en su nueva estrategia para denunciar que la reforma sanitaria, uno de los mayores logros del mandato de Obama y promulgada en 2010, no está funcionando.

 

El “gran interés” en los nuevos mercados “demuestra lo importante que es que lo hagamos bien. Hay millones de estadounidenses que quieren un seguro de salud. Es importante para nuestra economía que tengan un seguro de salud”, sostuvo Lew.

 

El objetivo es que el mayor número de personas posible tenga una cobertura sanitaria garantizada para el 1 de enero de 2014, cuando debe entrar en vigor la obligatoriedad del seguro médico, la cláusula fundamental de la reforma sanitaria.

 

La “prueba de fuego”, según Lew, será en enero, cuando se vea cuántas personas se han inscrito en los nuevos seguros y la “calidad” del servicio que están recibiendo.

 

Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, calificó de “inaceptables” los problemas que están ocurriendo con los nuevos mercados de seguros.

 

“Hay muchas cosas que hacer para corregir la situación”, declaró Pelosi al programa “This Week” de la cadena ABC.

 

Los problemas han llevado, además, al aplazamiento del lanzamiento de la web en español para facilitar las inscripciones en ese idioma en los nuevos mercados, que estaba previsto para este lunes.

 

“Estamos haciendo ajustes a la web en inglés y por eso se va a demorar la puesta en marcha de las herramientas en español”, explicó un funcionario de la Casa Blanca.

 

Mientras, desde las filas republicanas los senadores Marco Rubio (Florida) y Roy Blunt (Misuri) afirmaron hoy en la cadena Fox que la secretaria de Salud de EE.UU., Kathleen Sebelius, debe comparecer ante el Congreso para hablar de todos los fallos y retrasos que se están registrando.

 

Según miembros del comité de Energía y Comercio de la cámara baja, Sebelius ya ha rechazado comparecer en una audiencia prevista para el próximo jueves en ese órgano.

 

“En última instancia, la secretaria Sebelius testificará”, aseguró al respecto el senador demócrata Dick Durbin (Illinois), también en declaraciones a Fox.

 

Para Durbin, la reforma sanitaria, apodada por los republicanos despectivamente como “Obamacare”, está “en camino de ser un éxito considerable”, a pesar del “duro” comienzo con los problemas en la página web.

 

En el otro extremo, el senador republicano Ted Cruz (Texas) remarcó en CNN que “Obamacare no está funcionando y está costando puestos de trabajo”.

 

Cruz fue uno de los promotores de la estrategia republicana de vincular la aprobación de fondos para el nuevo año fiscal a retrasos en la aplicación de la reforma sanitaria, lo que llevó a una parálisis parcial de la Administración federal que duró 16 días y concluyó esta semana con pérdidas millonarias para la economía nacional.

 

Esa estrategia fracasó, pero Cruz, vinculado al movimiento ultraconservador Tea Party, prometió hoy “continuar haciendo todo lo posible para detener el choque de trenes que supone Obamacare”.

 

En respuesta, el exgobernador de Florida Jeb Bush pidió a sus colegas de partido que piensan como Cruz un poco de “autocontrol”, porque en su opinión la mejor manera de acabar con la reforma sanitaria es “tener una alternativa” que hasta ahora los republicanos no han ofrecido.