El Partido Socialdemócrata (SPD), hasta ahora en la oposición, dio hoy luz verde por una amplia mayoría a las negociaciones con la Unión Democristiana (CDU) de la canciller federal de Alemania, Ángela Merkel.
La votación recibió el respaldo de una gran mayoría de los delegados, aunque se registraron 31 votos en contra y dos abstenciones, por lo que se espera que las negociaciones desemboquen en la reedición de una Gran Coalición como la que gobernó el país entre 2005 y 2009.
Al visto bueno de la cúpula directiva del partido encabezada por su presidente Sigmar Gabriel, le siguió el de 235 miembros con derecho a voto participantes en el llamado “convento” del partido, el gremio principal de toma de decisiones, reunido en la Casa Willy-Brandt en Berlín, nombre que lleva la sede del partido.
El proyecto contaba con las reticencias del ala más izquierdista del SPD, ya que los socialdemócratas perdieron el apoyo de una gran parte de su electorado tras la experiencia de Gran Coalición anterior.
Tras despejar el último obstáculo, se espera que las negociaciones comiencen el miércoles próximo.
El SPD aprobó también las 10 condiciones irrenunciables que servirán de guía en esas conversaciones, comenzando por la introducción de un salario mínimo global de 8.50 euros por hora, hasta ahora inexistente, aunque parece que renunció a aumentos de impuestos que avaló en su programa electoral.
“La convención del SPD encarga a una comisión negociadora que aún debe formarse el inicio de las negociaciones de coalición sobre la base de estas exigencias básicas”, señala el texto aprobado en el congreso.
Para los socialdemócratas, son esenciales mejoras en política laboral: “Queremos que en Alemania a todos les vuelva a merecer la pena trabajar”, al tiempo que reforzaron su intención de luchar contra el desempleo juvenil en la Eurozona, indicó.
Además, el SPD quiere combatir duramente el abuso del trabajo parcial y temporal, así como los llamados contratos por obra.
El SPD exige también un impuesto a las transacciones financieras, uno de los puntos considerados cruciales para el partido, así como una lucha más fuerte contra el fraude fiscal.
También más dinero para los municipios y una jubilación acomodada para quienes contribuyeron fiscalmente muchos años, así como una igualación del sistema de pensiones en el este y oeste de Alemania, entre otras propuestas.
Se estima que Merkel podría asumir su tercer mandato en diciembre próximo, luego de que el SPD quedó en segundo lugar en los últimos comicios de septiembre con el 25.7 por ciento de los votos, muy por debajo del 41.5 por ciento de la CDU, que sólo le faltaron cinco escaños para lograr la mayoría absoluta.
Tras el fracaso de las conversaciones con Los Verdes, los socialdemócratas se convirtieron en la opción de la CDU para formar gobierno.