El número de muertos por el terremoto de 7.2 grados Richter que sacudió hace cinco días la región de Visayas Centrales, en Filipinas, aumentó hoy a 185, mientras unas 583 personas resultaron heridas, según un nuevo balance divulgado por autoridades.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres de Filipinas precisó que además nueve personas están desaparecidas y más de 3.4 millones de residentes de siete ciudades se han visto afectadas por el sismo, el más intenso en el archipiélago en los últimos 20 años.
La zona más devastada es la isla de Bohol, donde se localizó el epicentro del movimiento telúrico y donde se han registrado la mayoría de las víctimas -172 muertos-, mientras que otras 12 personas fallecieron en la provincia de Cebú y otra en Suquijor.
Asimismo, ocho mil 480 casas resultaron dañadas tras el terremoto, que también causó daños en puentes, carreteras, hospitales, comisarias, colegios y varios monumentos, incluidas 17 iglesias históricas, según la agencia filipina de noticias PNA.
Entre las 17 iglesias históricas dañadas figura la Basílica Menor del Santo Niño, en Cebú, considerada el monumento más antiguo de la Iglesia católica apostólica romana del país y que data del siglo XVI.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas informó que desde que ocurrió el terremoto la mañana del 15 de octubre se han registrado más de dos mil réplicas, algunas de hasta 5.5 grados en la escala de Richter.
Filipinas se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos siete mil temblores al año, la mayoría moderados.