En la víspera de discutir la reforma energética y ante las intenciones de diversos grupos sociales de realizar cercos en la periferia de la Cámara de Diputados, legisladores federales aprobaron adquirir perros de ataque e identificar a cada uno de los vecinos que habitan en las inmediaciones del recinto legislativo de San Lázaro.
Dos canes raza Labrador y dos más Pastor Belga Malinois fueron comprados por una suma de 320 mil pesos, mediante un acuerdo pactado por los diputados federales José Martín López Cisneros, Manuel Añorve Baños y Guillermo Sánchez Torres; del PAN, PRI, y PRD, respectivamente.
“Se autorizó la compra mediante acuerdo del Comité de administración el 14 de mayo de 2013, a la empresa Enlace Corporativo COA SA de CV, por un monto de ochenta mil pesos cada uno”, aseguró Ramón Mancilla Macedo, titular de la dirección general de Resguardo y Seguridad en un informe interno del que 24 HORAS tiene copia.
El acta en mención revela que de los 19 puntos tratados y signados por tres de los siete legisladores federales que integran el Comité de Administración aquel día, ninguno tiene relación con la adquisición de los animales, sin embargo, “la autorización se emanó y la compra se autorizó de una forma irregular”, sostienen integrantes de dicho órgano legislativo.
“Es muy opaco el reglamento. En el Comité sólo hemos tenido tres reuniones este año; lo que si me queda claro es que, en estas reuniones no aprobamos comprar perros, esto no se aprobó, por lo menos por mí”, señala en entrevista Ricardo Monreal (MC), diputado integrante de dicho comité.
La aprobación se realizó sólo por los representantes de los partidos PRI, PAN y PRD, debido a que su “representación respecto a los grupos parlamentarios suma más de 251 votos”, es decir, entre ellos, se establece que fue por “mayoría” precisa el acta del 14 de mayo pasado.
El precio de animales de “ataque” con características similares está por debajo del precio con el que los adquirió la Cámara de Diputados; Protección Canina ofreció la misma raza de perros hasta en 20 mil pesos; mientras que la firma Elim los cotizó en 15 mil pesos cada ejemplar.
Ante este panorama, legisladores federales dijeron desconocer sobre este caso particular, pero reconocieron como “un exceso” ante la situación económica que se vive en el país.