WASHINGTON. El “Obamacare” escapó ileso del cierre del gobierno que los republicanos esperaban que lo detuviera, pero rápidamente tuvo que enfrentar un nuevo reto, generado por el propio gobierno.
Mientras el Congreso debatía el tema, el plan del presidente Barack Obama para ampliar la cobertura médica a millones de personas sufrió una herida por su propia mano. Un sistema informático que aparentemente fue creado por un duende entorpeció las inscripciones. Después de casi tres semanas, los problemas persisten.
Los republicanos esperan aprovechar ese y otros defectos que ven en la ley de cara a las elecciones legislativas de 2014. Cuatro senadores demócratas enfrentan la reelección por primera vez de desde que votaron por la Ley de Servicios Médicos Asequibles, y su derrota es crítica para las aspiraciones de los republicanos de tener mayoría en el Senado.
Los demócratas dicen que eso es pura ilusión, quizás una obsesión.
Aunque la ley sigue causando divisiones, sólo 29% del público favorece que se elimine, según una encuesta reciente de Gallup. El ala orientada a los negocios del Partido Republicano quiere seguir adelante con otros temas, y muchos estadounidenses pudieran estarse cansando de esa batalla.
“Es la ley”, dijo Michael Weaver, fotógrafo independiente de una zona rural del sur de Illinois que lleva casi un año sin seguro médico. “Hace falta dejar de discutir y hacer lo que haga falta para que funcione”.
Weaver se demoró una semana y media, pero finalmente pudo entrar en healthcare.gov, abrir una cuenta y solicitar un crédito fiscal que le reducirás las primas del seguro médico. Todavía no ha acabado porque no ha escogido un plan, pero ha podido ver las opciones.
La nueva ley contempla que las aseguradoras tienen la obligación de aceptar a personas que ya padecen de alguna enfermedad. Weaver, de cincuenta y tantos años, padece de hipertensión y colesterol elevado, pero por lo demás goza de buena salud. Dice que esos problemas comunes de salud le dificultaban conseguir cobertura.
Y aunque Weaver parece haber vencidos los mayores obstáculos, todavía encuentra problemas, como un lugar donde entrar sus medicamentos y encontrar qué plan se los cubre. “Yo quisiera que ofrecieran más detalles, para uno poder tomar sus decisiones”, dijo.
En su informe más detallado hasta la fecha sobre el plan, funcionarios del gobierno dijeron el sábado que se habían presentado unas 476,000 solicitudes mediante los mercados de seguro médico federal y estatales. Pero las autoridades siguen negándose a decir cuántas personas se han inscrito.
Y sin las cifras de inscripción, no está claro si el programa podrá cumplir la meta proyectada por la Oficina de Presupuesto del Congreso que 7 millones de personas se inscriban durante el período de seis meses establecido.
“A nuestros amigos demócratas: Ustedes son los duelos del Obamacare y será un regalo político enorme”, dijo el senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur.
“Una obsesión irresponsable”, dijo el representante Sander Levin, de Michigan, el demócrata de más rango en la Comisión de Medios y Arbitrios, que supervisa la mayor parte de la nueva ley de servicios médicos.