Lo único que ganó Rihanna a su pasó por la mezquita Sheikh Zayed, fue el desagrado de las autoridades del Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, quienes, tras presenciar una sesión fotográfica donde la cantante realizó poses muy sexys, no tardaron en pedirle que se retirara pues sus acciones iban contra la santidad del sitio.
RiRi se encontraba de visita en la capital y segunda ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos, cuando decidió posar, toda cubierta de negro, en la mezquita. El problema es que no tenía permiso y rompió las reglas de acceso en un lugar que no estaba disponible para visitantes.
La mezquita emitió un comunicado tras este suceso y explicó la situación, si bien nunca mencionó a Rihanna: “En ocasión de la conducta que violenta los códigos morales de la mezquita u otras regulaciones -como tomar fotos inapropiadas, posar de manera que sea provocadora para el contexto de un lugar sagrado, hablar en voz alta o comer- a los visitantes se les pide que dejen el lugar de manera educada, lo que refleja el civismo y la tolerancia que son atributos del islam”.