Muchas gracias a todos por estar presentes. Quisiera comentar que desde el primer apunte público sobre la posibilidad de que ciudadanos mexicanos hubiesen sido objeto de espionaje, el Presidente Enrique Peña Nieto me instruyó elevar, en nombre de México, la más enérgica protesta. En atención a esa instrucción se han sostenido diversos intercambios por la vía diplomática con distintas instancias del gobierno de los Estados Unidos.

 

El pasado domingo 20 trascendieron en diversos medios nuevas versiones que apuntan a la posibilidad de que instituciones del Gobierno de México, incluida la Presidencia de la República habrían sido objeto de espionaje.

 

Con toda oportunidad hemos reiterado, y volvemos a reiterar hoy, nuestra condena más enérgica y nuestro llamado a que a la brevedad se proceda a la investigación comprometida por el Presidente Barack Obama con el Presidente de México Enrique Peña Nieto. Dicha investigación fue comprometida por el Presidente Obama en llamada telefónica con el Presidente de la República el pasado 5 de septiembre.

 

Este planteamiento se refrendó en reunión entre ambos mandatarios celebrado al margen de la cumbre del G-20. Dicho compromiso fue ratificado en la visita de trabajo del Vicepresidente Biden y en reunión sostenida con mi homólogo estadunidense John Kerry, en APEC.

 

En un contexto internacional en el que diversos medios han sido señalados en las versiones, México es el único gobierno que ha exigido y al que se le ha sido comprometida una investigación.

 

Hoy, frente a estos nuevos elementos y ante una respuesta aún insuficiente y por lo mismo inadmisible, el Gobierno de México quiere señalar con toda firmeza y claridad la necesidad de que se realicen las siguientes acciones:

 

Primero, que la investigación comprometida por el Presidente Obama se amplíe para incluir en alcance la nueva información.

 

Segundo, que esta concluya en un plazo breve.

 

Y tercero, que con base en sus resultados, se deslinden responsabilidades y se tomen las determinaciones necesarias para asegurar que actividades de este tipo no sucedan.

 

El Presidente Enrique Peña Nieto, como corresponde a quien constitucionalmente dirige nuestra política exterior, me instruyó a citar a mi regreso a México de Ginebra, al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne para exigir se nos mantenga informados de los avances en la investigación.

 

Igualmente, para comunicarle de manera formal que la postura del Gobierno de México es que ésta, la investigación, debe incluir los nuevos elementos que se han hecho públicos así como la identificación de las medidas necesarias para evitar que prácticas como las comentadas sucedan.

 

El Gobierno de México insiste que frente a la violación de la norma no caben explicaciones, sino investigación oportuna, deslinde de responsabilidades claro y medidas correctivas expeditas.

 

Frente a la falta de observancia del derecho internacional, no se puede alegar búsqueda de equilibrios de ningún tipo, uso, costumbre, ni práctica en contrario.

 

México está decidido, y ha dado muestras abundantes de ello, a trabajar para lograr condiciones de paz y seguridad para sus ciudadanos. Igualmente, hemos actualizado nuestros procedimientos para prevenir y sancionar actos de terrorismo.

 

La seguridad compartida dentro de una vecindad respetuosa y corresponsable no se puede construir violando la ley y vulnerando la confianza. México está convencido de que las prácticas de espionaje comentadas constituyen una violación a la norma, un abuso de la confianza construida entre países socios y no hace honor a la amistad histórica entre nuestras naciones.

 

México reitera finalmente su confianza en la convicción del presidente Obama, de que el derecho internacional no es una promesa vacía. Estamos seguros de que el compromiso de una investigación asumida con México tampoco lo es.

 

Muchas gracias.