En víspera de reasumir el gobierno de Michoacán, Fausto Vallejo se siente “muy joven” y fuerte para enfrentar a un estado con retos en muchas áreas, en especial en desarrollo social y en seguridad, con tres cárteles en lucha por el territorio: el Grupo Nueva Generación Jalisco, Los Valencia y “lo que queda de Los Caballeros Templarios”.
-Todo mundo habla de cómo está Michoacán pero se olvida el punto de partida: cómo lo tomamos. Se olvida la parálisis en que lo encontramos, contra quién luchamos en la elección –Luisa María Calderón-, con quién nos tocó el primer año –el panista Felipe Calderón-, sin recursos económicos ni ayuda de ningún tipo.
También se olvida, agrega, que a pesar de esa penuria “ya pagamos tres mil 500 millones de pesos de deuda heredada. Si los hubiera aplicado a inversión –salud, carreteras, hospitales, escuelas, desarrollo social- el panorama sería distinto. Pero no podíamos eludir nuestras responsabilidades”.
-¿De cuánto es la deuda?
-Ya ni sé. Me he concentrado en otras cosas y ahí vamos. Ahora sólo tengo un problema.
-¿Cuál?
-Que me siento muy joven, muy fuerte –suelta la carcajada para rematar- y no me van a aguantar el paso. Estoy bien, gracias a Dios.
La entrevista con Vallejo Figueroa se hace a timbrazo de teléfono. Apenas saluda, confirma la información publicada el viernes pasado en la columna Teléfono Rojo de 24 HORAS: “Sí pensaba regresar hoy lunes, pero estaba muy avanzada la organización conmemorativa de los Mártires de Uruapan y del aniversario de la Constitución de Apatzingán. Por eso lo haré hasta mediados de la semana”.
-Y fue de común acuerdo con su interino Jesús Reyna…
-Sí, por supuesto. Hemos estado en contacto permanente. Lo hicimos como gobernador y secretario de Gobierno y cuando lo de mi asunto –su enfermedad, que derivó en trasplante de hígado y el cual, sostiene, se ha adaptado y por ello se ha recuperado plenamente.
-¿Con qué proyecto regresa, gobernador?
-Con el Plan Estatal de Desarrollo. No tengo por qué inventar. Está en marcha y tenemos el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto para trabajar en todo, en caminos, en la red hospitalaria, vamos a hacer dos presas…
-¿Dónde?
-En la zona de Aguililla. Está por iniciarse. Es una presa mediana para riego y acuacultura… estamos viendo otra en Huetamo, en la que tengo mucho interés. Voy a trabajar en eso y en la política humanista. Viene una batería de guarderías, un CRIT (Centro de Rehabilitación Infantil Teletón) en Morelia, una casa hogar para niñas… en materia agropecuaria ya aterrizamos las centrales de maquinaria, que han sido muy útiles en la emergencia pluvial que vivimos.
-¿Cómo recuperar la estabilidad, la tranquilidad?
-Reconstruyendo el tejido social. Es lo que intentamos, es lo que hemos convenido con el presidente Enrique Peña Nieto.
-Los problemas persisten, sobre todo en Tierra Caliente.
-Se ha combatido. Hay detenidos, han fallecido bastantes. Ante la población sigue la incertidumbre en muchos lugares, Aguililla, Cualcomán, Apatzingán… Donde se da la pelea por el territorio entre el Grupo cartel Nueva Generación Jalisco, Los Valencia, lo que queda de Los Caballeros Templarios.
-Donde opera La Tuta, Servando Gómez González.
-Por esa zona. Pero ha perdido influencia, no he escuchado mayor cosa de él últimamente.
-Sin embargo, lo acaba de entrevistar una reportera extranjera y asegura haber dado dinero a todos los candidatos a gobernador de Michoacán. ¿Usted recibió dinero suyo?
-¡Por supuesto que no! Lo principal que tengo es la dignidad y la defiendo a capa y espada.
-¿Y los demás candidatos?
-Si alguien tomó dinero, que diga quiénes y entonces será el turno de la justicia.
La entrevista termina con comentarios adicionales sobre su salud. Sus gobernadores tendrán un gobernador muy delgado: cuando alcalde de Morelia pesaba 104 kilogramos y cuando dejó el gobierno andaba en 90. Hoy apenas tiene 65.
-65 kilos de vitalidad –vuelve a reír antes de colgar.