Marco Antonio Delgado, el abogado mexicano demandado de lavado de dinero por 600 mdd, tiene una cuenta más que saldar con la justicia. Estados Unidos lo acusa, en un caso distinto, de fraude, lavado de dinero y transacciones ilegales de dinero.
Delgado defraudó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 32 millones de dólares a través de la compañía FGG Enterprises, LCC, de quien era representante legal.
Este dinero provenía de la licitación para el Proyecto Agua Prieta II, publicada por la CFE en 2009 y que ganó FGG Enterprises. El monto del contrato era de 121 millones de dólares para la adquisición y prestación de servicios de mantenimiento a largo plazo, de acuerdo con el expediente.
El proyecto en Sonora se refería a la construcción de un complejo generador de energía mediante gas y energía solar, sin embargo, la empresa ganadora es proveedora de gabinetes, mostradores, iluminación, pisos, herrajes para puertas y grifos de baño, de acuerdo a su página de internet.
Esta es la segunda acusación en contra de Marco Antonio Delgado, en ella se le imputan 17 cargos, dos por fraude electrónico, diez por lavado de dinero y cinco por participación en transacciones monetarias ilegales.
El documento, en poder de 24 HORAS, precisa que en enero de 2010 se firmó el contrato para el Proyecto Agua Prieta II por Marco Antonio Delgado, un representante de la CFE y del Banco Nacional de Comercio Exterior. Los 121 millones de dólares fueron depositados a la cuenta de la empresa en el banco Wells Fargo, en el Paso Texas.
En marzo del mismo año, mediante una carta enviada a un representante de la CFE, Delgado solicitó, sin el conocimiento ni consentimiento del dueño de FGG Enterprise, la trasferencia del pago a un banco en las Islas Turcos y Caicos.
Un representante del Banco Nacional de Comercio Exterior transfirió aproximadamente 20 millones de dólares a dicha cuenta el 8 de Marzo, y el 6 de julio se hizo una segunda transferencia por 12 millones de dólares. Estas transferencias son consideradas un fraude, porque Delgado las utilizó para su enriquecimiento personal, ya que la cuenta estaba a su nombre.
Estados Unidos también lo acusa por lavado de dinero por un millón 147 mil dólares, este delito fue detectado por los movimientos realizados de la cuenta bancaria de las Islas Tucos y Caicos hacia diversos bancos en Pensilvania, Texas y Nuevo México. En total fueron 10 transacciones por montos de entre 50 y 200 mil dólares.
El tercer delito que se le imputa en esta acusación es por la participación en transacciones monetarias ilegales que sumaron 50 mil dólares, realizadas en cinco movimientos bancarios. Este dinero provenía de actividades ilícitas, indica el documento.
Para resarcir el daño, el gobierno estadunidense le decomisó 2 millones 589 mil 889 dólares de una cuenta en el banco First Caribbean International, una propiedad ubicada en la calle Cerrito Feliz en El Paso, Texas; además de todo el mobiliario y otras propiedades halladas en la residencia, que fueron compradas por Marco Delgado en la tienda de muebles finos Charlotte´s, usando el dinero de la cuenta de First Caribbean.
También fueron incautados un departamento en el condominio The Kandahar, en Nuevo México, una Suburban Chevrolet 2011 y un Jeep Sahara, modelo 2008.
El otro caso…
En el juicio que se realiza en contra de Marco Antonio Delgado por conspiración para el lavado de 600 millones de dólares para el cártel del Milenio y que involucra a la ex esposa de Vicente Fox, Lilian de la Concha, el testigo Víctor Pimentel declaró que el acusado le pidió ayuda para el traslado a Chicago de 100 mil dólares, para el cártel del Milenio.
También le dijo que esto era parte de acciones coordinadas por la Interpol, como parte de una operación encubierta organizada por la Agencia de inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en Inglés).
“Yo sabía que era una mentira”, afirmó Pimentel, detalla el diario El Paso Times.
Pimentel era en realidad un agente encubierto que trabajaba para el ICE y dio aviso sobre la petición de Delgado.
El abogado mexicano se declaró inocente por el cargo de lavado de dinero. En caso de ser culpable enfrentaría 20 años de prisión.
En el testimonio del lunes, Pimentel dijo a la corte que Delgado había hecho acuerdos con Lilian de la Concha para lavar el dinero mediante correos electrónicos en los que se hablaba en clave, pero la defensa alegó que estos arreglos no tenían nada que ver con blanqueo de fondos del narcotráfico.