RÍO DE JANEIRO. Tras dos meses de paro de actividades, los maestros de Río de Janeiro, alcanzaron un acuerdo con el gobierno y pusieron fin a la huelga en reclamo por varios planes impuestos por el Ejecutivo, así como para exigir mejoras salariales y laborales.

 

El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Luiz Fux, anunció un principio de acuerdo entre el gobierno y los profesores para acabar de más de 70 días, durante una reunión que ha durado más de tres horas, según informó el diario brasileño O Globo.

 

En el acuerdo se estipula reunirse hoy para tomar la decisión definitiva y poner fin a la huelga, mientras que el gobierno se compromete a devolverles el dinero descontado durante las jornadas de paro que se han desarrollado durante más de dos meses y elevar el sueldo de los profesores

 

En ese sentido, los maestros que están vinculados al Estado recibirán un aumento del 8%, mientras que los vinculados a los municipios recibirán un aumento del 15%. Actualmente un docente de Río de Janeiro gana menos de 11.3 dólares por hora de clase.

 

Los maestros se reunirán en asambleas para resolver oficialmente el fin de la huelga entre jueves y viernes, las clases deberán comienzan el lunes y se prevé que el calendario escolar se extienda hasta 2014.

 

Durante la paralización, los maestros convocaron varias manifestaciones en Río de Janeiro y Sao Paulo, muchas de ellas culminaron con fuertes enfrenamientos entre policías y grupos de enmascarados Black Bloc.

 

Estudiantes protestan

 

Por otra parte, estudiantes brasileños marcharon nuevamente para pedir la democratización de la rectoría de la Universidad de Sao Paulo así como mayores beneficios como becas o residencias para los alumnos.

 

Los estudiantes que se concentraron en las afueras de la institución se mantienen protestando desde hace tres semanas, para pedir también la elección directa para escoger al rector de dicha universidad.

 

Textiles paulistas protestan

 

Trabajadores y dirigentes sindicales textiles brasileños protestaron en la Feria China de San Pablo contra las importaciones desde ese país asiático, provocaron la pérdida de 55.000 puestos de trabajo este año.

 

Los manifestantes, convocados por asociaciones y sindicatos del sector, se apostaron con carteles con la leyenda “China fuera” en la feria que se realiza en el centro de convenciones y exposiciones de Anhembí, donde unos 500 productores y comerciantes chinos promueven sus productos.

 

Las asociaciones y sindicatos del sector alertaron en un comunicado que en los últimos años se produjo un “aumento indiscriminado” de importaciones, principalmente provenientes de China e India, así como un incremento del número de despidos provocados por el cierre de fábricas.

 

Desde principio de año, fueron eliminados en el sector textil del país 55.000 empleos, según cifras oficiales difundidas en un estudio del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

De acuerdo con el sector, en los primeros meses de 2013 las importaciones crecieron un 8.2% respecto al mismo período de 2012, mientras que en la última década el valor de productos textiles importados pasó de 110 millones de dólares a 2 mil  cien millones de dólares.

 

Masivas movilizaciones populares en Brasil se han registrado este año, como las que el pasado mes de junio congregó a más de un millón de  personas que reclamaron a Rousseff que no destinara tantos fondos al Mundial de Fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016 e invirtiese más en educación, sanidad y transportes públicos.