Un estudio publicado por el New England Journal of Medicine revela que la dieta mediterránea no solo es saludable y ayuda a perder peso sino que es buena para mantener la línea.
Según la investigación, quienes asumieron la dieta mediterránea no sólo bajaron de peso sino que mostraron una tendencia baja a recuperar el peso perdido.
Además, los consumidores de este tipo de dieta lograron una reducción sustancial en sus niveles de colesterol en sangre. Este programa de alimentación promueve el consumo moderado de carbohidratos, el uso del aceite de oliva y de pescado rico en aceite Omega-3 como el salmón. Es, según los investigadores, una dieta que permite comer “de todo” pero en cantidades balanceadas con un alto consumo de fibra y grasa monoinsaturada.
El menú mediterráneo incluye porciones de pescado o carne asada, vegetales crudos y frescos, aceite de oliva, pan y hasta vino. Eso sí, todo debe ser consumido de forma moderada.
Las dietas mediterránea y vegetariana son dos de las que cuentan con más seguidores en todo el mundo. Es importante aclarar que no son regímenes de adelgazamiento sino una serie de hábitos alimenticios que pretenden mantenernos sanos.
Tienen en común algunos elementos pero sus filosofías son bastante diferentes. La dieta vegetariana tiene como objetivo velar por la buena salud familiar a través de comer sólo vegetales, descartando la ingesta de cualquier alimento de origen animal. A pesar de esta idea básica no existe una dieta vegetariana única y hay personas que consumen más otros alimentos aparte de las hortalizas.
De hecho, existe una clasificación para los vegetarianos según los alimentos que ingieren, además de los vegetales:
● Los veganos no toman ningún alimento relacionado con animales, incluyendo miel, leche y huevos.
● Los ovo-vegetarianos también consumen huevos.
● Los lacto-vegetarianos solo añaden leche a su dieta.
● Los ovo-lacto-vegetarianos incluyen huevos, leche y productos lácteos.
Para saber cuáles son los alimentos que deben consumir los vegetarianos es básico recurrir a su Pirámide alimentaria, formada en su base por los cereales y sus derivados: pasta, arroz, pan. Deben complementarse con raciones de los demás grupos que la forman: verduras, frutas, alimentos ricos en calcio, legumbres y otros esenciales, como el aceite de oliva y las leches vegetales.