Las propuestas del Ejecutivo, del PAN y del PRD, que se analizan en el Senado, aportan suficientes elementos para construir una reforma energética de gran calado, así lo afirmó el subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), Enrique Ochoa Reza.
A pesar de sus diferentes enfoques, contradicciones y particularidades, dichas iniciativas permitirán regular las asociaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) para hacer a la paraestatal más competitiva, indicó en una reunión con diputados que integran la comisión de Energía en San Lázaro.
No obstante, subrayó que sin una reforma energética constitucional que permita a Pemex asociarse con empresas externas, como la que propone el Presidente de la República, México está destinado a ser un país importador neto de energía primaria.
Recordó que, por mandato constitucional, actualmente no se permiten en el país contratos, ni concesiones en la explotación de hidrocarburos, sólidos líquidos y gaseosos.
“Este sinsentido jurídico lo que nos obliga a hacer es a importar la mitad de la gasolina que se consume, siempre y cuando esté establecida aquella empresa a la que se lo compremos fuera del territorio nacional”, señaló el funcionario federal.
Dicha prohibición se ha mantenido aunque en los últimos ocho años la producción petrolera en México ha caído en aproximadamente un millón de barriles diarios; una tercera parte del gas, la mitad de la gasolina y el 65 por ciento de los productos petroquímicos que consumen el país, se importan, indicó.
En este mismo periodo de tiempo, Estados Unidos ha incrementado su producción de barriles de petróleo diarios de cinco a siete millones, y ha disminuido el costo de la energía eléctrica, comentó.
Ochoa Reza recordó que México es el único país que limita la participación privada en refinación, petroquímica básica e importe y almacenamiento de hidrocarburos.
Agregó que en 1996 por cada dólar que importaba México en productos derivados de los hidrocarburos, exportaba casi siete; a la fecha, esa relación ha tenido una tendencia a la baja y, actualmente, por cada dólar que se importa se exportan sólo 1.6 dólares, dijo.
“Por esa razón es que se promueve una reforma constitucional que quite la prohibición en el artículo 27, párrafo sexto (de la Constitución), que establece para la explotación de hidrocarburos… la propuesta del señor Presidente es eliminar la restricción a contratos”, dijo.
Subrayó que al facultar a Pemex a asociarse con empresas privadas para desarrollar petroquímicos en territorio nacional, los empleos que genere esta industria, el crecimiento económico y los impuestos que paguen se quedarán en el país.
Además, el cambio de régimen jurídico y contractual en materia energética, aunado a que México cuenta con yacimientos petroleros suficientes, puede asegurar mayor inversión, manifestó.
Durante la reunión, Javier Treviño Cantú (PRI), Rubén Camarillo Ortega (PAN) y Ricardo Astudillo Suárez (PVEM) coincidieron con la necesidad de cambiar la dinámica del sector energético en el país y fortalecer a Pemex, para que los recursos que deriven del petróleo se “moneticen” y sirvan a los mexicanos.
En tanto, Claudia Elizabeth Bojórquez Javier (PRD) aseguró que es falso que Pemex “está quebrada” y dijo que su partido está en contra de la reforma constitucional y de los contratos de utilidad compartida que propone el Ejecutivo, que le “quitarán” a los mexicanos el dinero que se genera con los productos petroleros.