El investigador y jefe del Cuerpo Académico de Procesos Electorales y Políticos de la UAM, Víctor Alarcón Olguín, consideró que la creación del Instituto Nacional de Elecciones (INE) representa una regresión democrática de 23 años y es “un salto mortal” que podría minar los procesos democráticos en los estados
De acuerdo con lo expuesto por el investigador, los partidos al interior del Pacto Por México no tienen claridad de la ruta que seguirán en temas como financiamiento de partidos locales, coexistencia de distritos locales y federales así como de la reglamentación secundaria para organizar los procesos locales.
La creación del INE ha sido “un elemento muy poco serio, muy poco reflexionado (…) representa regresar al orden electoral que teníamos en 1990, emerge una preocupación desde el sector académico de 23 años de lucha política de transición democrática que pueden quedar borrados”.
El panorama, aseguró, se vislumbra imposible para que el nuevo órgano pueda absorber la organización de procesos electorales locales antes de octubre de 2014 cuando iniciará ese proceso.
“La creación de un Instituto Nacional de Elecciones no puede ser un acto como bala mágica tratando de matar al hombre lobo, crear toda una nueva lógica, con una nueva autoridad sin tener los vasos comunicantes, la secuencia de pasos y una armonización de bajo qué condición se va a llegar a iniciar el proceso electoral”, señaló el investigador.
Además se necesitará “resolver la disolución de los institutos, modificar las constituciones de todos los estados, derogación de todos los códigos electorales, entre toda la cantidad de elementos pendientes”.
Presidencia del organismo queda en el limbo
Tras la salida de cuatro consejeros del IFE, Macarita Elizondo, Francisco Javier Aguirre, Alfredo Figueroa y el presidente Leonardo Valdés Zurita, la operación del instituto electoral quedará en el limbo debido a que no existe una reglamentación de qué hacer ante la ausencia del consejero presidente.
Fuentes internas del Instituto Federal Electoral explicaron a 24 HORAS que luego de la salida de los consejeros el próximo miércoles, los miembros restantes: Lorenzo Córdova, María Marván, Benito Nacif y Marco Antonio Baños, sostendrán una reunión privada donde “amarrarían” quién se quedaría con el puesto de presidente interino y posteriormente, en sesión, lo validarían.
Sin embargo, existe ambigüedad y un vacío legal pues en ningún reglamento del IFE se establece el procedimiento ante la falta de consejero presidente, quien es el único facultado para convocar a sesiones, y de todos los servidores públicos en México, es el único que puede auto-tomarse protesta.
Según el artículo 6 del Reglamento de Sesiones, el consejero presidente es el único que puede convocar a sesiones y al no existir esa figura, desde el miércoles quedará una laguna jurídica que los cuatro consejeros restantes tendrán que resolver.
Según fuentes consultadas, se tendría que modificar el Reglamento de Sesiones para que el Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, pueda estar facultado para convocar a una donde se valide al consejero presidente interino.
Luego de ese proceso, todos los puntos que se desahoguen, hasta que el Congreso elija a los nuevos consejeros, estarían en manos de tres miembros y el elegido como presidente.