Con la inminente salida de cuatro de los consejeros del IFE, incluido al presidente del organismo, Leonardo Valdés, el instituto electoral quedará mermado, coincidieron los funcionarios que terminarán sus cargos el próximo 30 de octubre, quienes avizoran una crisis al interior del órgano electoral.

 

Entrevistados por separado, Macarita Elizondo, Alfredo Figueroa y Francisco Javier Guerrero Aguirre, señalaron que en tanto la Cámara de Diputados no elija a sus sustitutos, los otros cuatro consejeros que se quedan afrontarán un difícil reto.

 

En total, el Consejo General del IFE debería estar compuesto por nueve miembros; sin embargo, a partir del 31 de octubre se quedará con menos de la mitad porque desde febrero, la Cámara de Diputados no ha elegido al relevo de Sergio García Ramírez, el consejero que renunció a su cargo, a lo que se sumarán las salidas de los otros cuatro.

 

Ante ese panorama, Francisco Javier Aguirre consideró “lamentable” que el futuro del IFE esté en manos de una decisión política de partidos y aceptó que se queda un instituto “paralizado e incompleto”.

 

Con un órgano electoral “a medias”, los cuatro consejeros que se quedan tendrán que asumir la responsabilidad de decidir el rumbo del IFE, “porque si no lo hacen el instituto se paraliza y el país no puede tener un IFE paralizado”, afirmó el consejero Aguirre.

 

A su parecer, “no es sano para el instituto, es claro y evidente que una institución de nueve no puede funcionar con cuatro, es como si un equipo de futbol que debe jugar con 11 juegue con ocho porque lo permite el reglamento”.

 

En el mismo tenor se pronunció Macarita Elizondo: “la institución no se puede quedar en jaque, tiene que continuar, es un reto mayor, no puede haber parálisis, apelo a que se resuelva lo más inmediato”.

 

A juicio de la consejera, “tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores ha dado muestras de que su reloj tiene tiempos diferentes al del IFE,  quiero confiarme de que el legislador siempre al último termina dando muestras de lo que es indispensable para el país, pero para los que estamos afuera, lo único que vemos es el exceso del trabajo y los agujeros que están dejando”.

 

Constitución del INE

 

Sobre la creación del Instituto Nacional de Elecciones, propuesto en el Pacto por México, en el cual, el IFE absorbería la organización de procesos locales, la mayoría de consejeros salientes se pronunciaron por no desmantelar al Instituto Federal Electoral y que se reconozcan los avances en esa materia en los estados.

 

El consejero Francisco Aguirre aseguró que “me parece positivo que el IFE se haga cargo de las labores de fiscalización, del programa de resultados preliminares y que adicionalmente se puedan homologar todas las compas de materiales como urnas, plásticos, papel, tinta indeleble”.

 

Consideró como un despropósito “la desaparición absoluta de los institutos locales, ceo que en todo caso si se quiere fortalecer la designación de los consejeros, lo que se puede hacer es que sean designados por los Congresos locales y luego ratificados por el Senado de la República.

 

Macarita Elizondo apeló a que no desaparezcan los consejos electorales locales, “hay institutos electorales locales que tiene mejores condiciones que el federal. Vemos que varios de los estados de la República han sido baluartes y han posicionado figuras electorales”.

 

Los pendientes

 

 

Los tres consejeros entrevistados por 24 HORAS aceptaron que dejarán pendientes entre los que destacan: la búsqueda de un nuevo modelo de fiscalización, abaratar los costos del voto en el extranjero, entre otros.

 

“Existen faltantes importantes, me parece que tenemos que revisar la fiscalización de los partidos políticos, el modelo no está siendo suficiente para tutelar el proceso de equidad en la contienda”, manifestó Alfredo Figueroa.

 

Respecto a la fiscalización de recursos de los partidos, uno de los temas polémicos durante su gestión, Macarita Elizondo y Francisco Javier Aguirre coincidieron en que mientras los partidos no respeten las “reglas del juego” no se podrá avanzar en esa materia.

 

“No se valen juegos sucios y menos sabedores en algunos casos que pudieren, en algunos casos no ser detectados. También los ciudadanos aquellos que se dejan comprar y coaccionar su voto, no se vale, también son responsables”, dijo Elizondo.

 

“Lo que hace falta primero es que los partidos políticos respeten las reglas del juego, en el caso de la fiscalización  se está explorando la posibilidad de que sea un modelo online, y esto bajo una lógica de quien viole los topes de gastos de campaña no pueda llegar al cargo”, concluyó Aguirre.

 

“No es sano para el instituto, es claro y evidente que una institución de nueve no puede funcionar con cuatro, es como si un equipo de futbol que debe jugar con 11 juegue con ocho porque lo permite el reglamento”.

Francisco Javier Aguirre,

Consejero electoral