En el Distrito Federal, cada año se registran en promedio 48 quejas ante la Comisión de Derechos Humanos local (CDHDF) por presuntas violaciones a las garantías de los migrantes extranjeros, mientras que a nivel nacional este tipo de quejas se incrementa a 60 por año, según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
De acuerdo con el informe Migrantes. Análisis de la situación de los derechos de las personas migrantes de origen extranjero en la ciudad de México 2007-2012, realizado por la CDHDF, la discriminación es el segundo problema más grave al que se enfrentan los extranjeros que llegan al país, ya que 20% de las presuntas violaciones a sus derechos es por este motivo. En el caso de las mujeres foráneas la cifra se eleva a 36%, siendo el principal problema para ellas.
“El problema de discriminación en la Ciudad de México, y en el país en general, hacia la migración no es un problema de xenofobia, sino de racismo”, dijo Nashieli Ramírez, consejera de la CDHDF, durante la presentación del informe.
La especialista subrayó que en México hay una tendencia a que las mismas políticas migratorias sean selectivas en términos de nacionalidad y de los beneficios que pueda traer un extranjero al país.
Así, del total de quejas por presuntas violaciones a las garantías de migrantes en el DF, 76.3% proviene de personas del continente americano, sobre todo de Centro y Sudamérica, mientras que apenas 6.3% de ciudadanos europeos.
Según el reporte de la CDHDF, en las tasas de probables violaciones a derechos humanos contra extranjeros en el país los ciudadanos de Centroamérica son quienes padecen más estos hechos, con 57 denuncias por cada mil ciudadanos, mientras que entre estadounidenses y canadienses suman seis y europeos sólo dos por cada mil habitantes.
Incluso, el documento recoge que 48% de los mexicanos valora como desfavorable la presencia de migrantes centroamericanos en el país.
Nancy Pérez, presidenta de la asociación civil Sin Fronteras, agregó que las políticas migratorias tienden a facilitar los flujos de personas que son de mayor beneficio para la economía de los países destino.
“En México existe una práctica generalizada de discriminación y racismo que tiene que ver con la condición social de las personas”, concluyó.