Un grupo de manifestantes incendió un autobús municipal y protagonizó disturbios en el centro de Sao Paulo en una protesta por el precio del transporte público en la mayor ciudad de Brasil.

 

La manifestación congregó a cerca de 3.000 personas, según los organizadores, y recorrió varias importantes vías del centro de la ciudad en una marcha que duró cerca de tres horas.

 

Cuando la manifestación llegó al Terminal Dom Pedro II, una importante estación de autobuses en el centro de la ciudad, un grupo violento prendió fuego a un colectivo, que estaba vacío y ardió parcialmente.

 

El grupo de encapuchados también destruyó varias máquinas usadas para pagar los billetes y otros equipamientos de la estación y después fue reprimido por la policía antidisturbios.

 

Entonces la marcha se dispersó por las calles del centro, donde algunos manifestantes rompieron cajeros automáticos y mobiliario urbano.

 

La protesta concluyó en la céntrica plaza de Sé, donde la policía lanzó gases lacrimógenos y balas de goma para terminar con la manifestación.

 

La policía detuvo a al menos 50 personas, que fueron llevados en un autobús a comisaría, según presenció Efe.

 

Al comienzo de la manifestación, de forma simbólica, los manifestantes también prendieron fuego a un torno hecho de cartulina, que se asemeja a los que se usan en los autobuses de Brasil para regular el acceso de los pasajeros.

 

Los activistas protestaban contra los beneficios, a su juicio excesivos, de las empresas concesionarias de autobuses y demandaban que se permita el acceso libre a todos los pasajeros del transporte público sin pagar nada.

 

El alza del precio de los transportes fue el detonante de las masivas protestas populares que se extendieron por todo Brasil el pasado junio.