La justicia peruana anunció hoy que buscará capturar y enjuiciar a 90 exfuncionarios públicos que están procesados por delitos de corrupción cometidos durante el gobierno del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
El procurador anticorrupción, Julio Arbizu, informó a periodistas que todos los prófugos están procesados y son buscados por Interpol para su captura y posterior extradición a Perú.
Uno de los procesados es el excontralor de la República, Víctor Caso Lay, quien será extraditado desde El Salvador luego que las autoridades de ese país aprobaran enviarlo a Lima para que responda por los cargos en su contra ante la justicia peruana.
La Corte Suprema de Justicia de El Salvador autorizó esta víspera la extradición de Caso Lay, quien fue declarado “reo contumaz” por el poder Judicial peruano por omisión de deberes funcionales y colusión agravada.
Caso Lay está acusado de colusión agravada por compras irregulares de aeronaves durante el gobierno de Fujimori y permaneció desde 2008 de forma legal en El Salvador.
La Contraloría General de la República reveló que mil 200 funcionarios del Estado han sido denunciados por corrupción, una de las cifras más altas en la historia republicana.
Los denunciados, dijo, pertenecen a las administraciones de Fujimori (1990-2000); Alejandro Toledo (2001-2006), quien es investigado en el Congreso, y Alan García (2006-2011).
Fujimori pide arraigo domiciliario
En tanto, el abogado del expresidente peruano pidió hoy a un juez de Lima que tenga “compasión” y ordene que cumpla en arresto domiciliario el resto de la condena a 25 años de cárcel que se dictó en su contra en 2009 por delitos de lesa humanidad.
El abogado William Castillo sustentó hoy en una audiencia pública la solicitud que ha hecho para que su defendido reciba ese beneficio, que ha sido rechazado por la fiscalía y las autoridades del Ejecutivo por no estar permitido por la legislación peruana.
Castillo le pidió al juez del caso, Segundo Morales, que establezca una “jurisprudencia que permitirá que nos haga más humanos”, tras lo cual le solicitó “ser compasivo con el prisionero”.