La Justicia rusa dictó hoy las primeras acusaciones de gamberrismo contra los tripulantes del rompehielos “Arctic Sunrise” de Greenpeace detenidos hace más de un mes por protestar contra la explotación del Ártico ruso.
Por el momento, el tribunal del puerto ruso de Múrmansk ha acusado formalmente de gamberrismo a cuatro de los 30 tripulantes del buque apresado el 19 de septiembre en el mar de Bárents, aseguró Yulia Pronina, portavoz de Greenpeace.
Se trata de los rusos Andréi Allajverdov y Yekaterina Zaspa; el ucraniano Ruslán Yakushev y la turca Gizem Akhan, señaló Pronina, quien se encuentra en Múrmansk.
Allajverdov ejercía el cargo de jefe de prensa de la expedición; Zaspa era la médico del buque, mientras Yakushev y Akhan trabajaban en la cocina del “Arctic Sunrise”.
La pasada semana, el Comité de Instrucción de Rusia (CIR) rebajó de “piratería” a “gamberrismo” los cargos contra los 28 activistas de Greenpeace, un cámara y un fotógrafo independientes.
El portavoz del CIR, Vladímir Markin, explicó que la parte 2 del artículo 213 del código penal ruso podría suponer para el infractor una pena de hasta 7 años de cárcel, mientras el cargo de piratería (227) es castigado con 15 años.
Como ejemplo, las dos integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot fueron condenadas en 2012 a dos años de cárcel, en virtud del artículo 213, por el cargo de gamberrismo motivado por odio religioso.
Además, Markin adelantó que la Justicia rusa podría interponer nuevos cargos contra los tripulantes del “Arctic Sunrise” por resistencia a la autoridad, en virtud del artículo 318 del código penal.
Seguidamente, Greenpeace aseguró que recurriría la nueva acusación, aduciendo que “es tan absurda como la de piratería, ya que los activistas no cometieron ningún acto que violara gravemente el orden público”.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que los tripulantes del “Arctic Sunrise” deben ser juzgados según la legislación internacional, en particular la Convención sobre el Derecho del Mar, y la ley rusa.
Pocos días después del apresamiento del “Arctic Sunrise”, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que sus tripulantes, “por supuesto, no son piratas, pero, de hecho, intentaban asaltar la plataforma” Prirazlómnaya del gigante energético ruso Gazprom.
Los tripulantes del “Arctic Sunrise” proceden de Rusia, EEUU, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia, países que demandan insistentemente su liberación.
Todos ellos, dos de los cuales intentaron subir a la plataforma petrolera de Gazprom, se encuentran en prisión preventiva en el puerto de Múrmansk hasta el 24 de noviembre.