A pesar de la guerra contra el narcotráfico y de la inmigración ilegal, México está en la cúspide de su mayor transformación económica en 100 años, gracias a la valiente reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, afirma la revista estadunidense Forbes.
En un artículo publicado ayer, la revista señala que el país nuevamente enfrenta este año importantes problemas, pues tres huracanes mataron a cientos de personas y causaron daños muy costosos. Además de esto, la guerra del tráfico de droga continúa y Estados Unidos sigue deportando a México más de 200 mil ilegales cada año.
No obstante, indica que existen razones para esperar un cambio en el país debido a la importante transformación económica que se pinta para México bajo la presidencia de Peña Nieto.
Asegura que el Congreso mexicano aprobará antes de que termine el año una enmienda constitucional que permitirá la apertura del sector petrolero y del gas a la inversión privada.
La revista adelanta que para 2014, empresas extranjeras como ExxonMobile, PetroChina y la noruega Statoil podrían recibir contratos para empezar a explorar sin explotar las reservas potenciales de petróleo y gas en el país.
“Estamos muy seguros de que en un muy corto plazo, la reforma energética será aprobada. Más que un sueño hecho realidad, es algo que lleva mucho tiempo”, expresó Emilio Lozoya Austin, director general de Petróleos Mexicanos, en entrevista con Forbes.
Para el director del Mexico Institute, del Woodrow Wilson International Center, Duncan Wood, esta revolución energética no sólo será más importante que la del gas shale en Estados Unidos.
“Será el cambio más significativo en la política económica de México en 100 años”, dijo.
Forbes relata que a pesar de que existen importantes reservas de petróleo y gas en el país, México tiene una de las industrias petroleras más cerrada del mundo ya que la Constitución solo permite a Pemex ser dueño del petróleo ni compartir la exploración y explotación con compañías privadas.
“Si eres un campesino en México y se descubre petróleo bajo su terreno, ni una gota de ese oro negro es suyo – todo va a el Estado. No hay empresas privadas que operen en las reservas petroleras de México, no se comparten los riesgos de producción con ninguna petrolera internacional”, critica.
No obstante, la producción de Pemex ha caído de manera importante en los últimos años, debido a que no tiene la tecnología ni la experiencia ni los recursos para explorar y desarrollar proyectos en las aguas profundas del Golfo de México y explotar las importantes reservas de gas shale que se encuentran en la frontera con Texas.
Además, México depende de los ingresos de Pemex para financiar el tercio del presupuesto del gobierno federal.
Debido a estos problemas, comenta Forbes, varios presidentes como Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón expresaron su deseo de abrir Pemex a la inversión privada, pero ninguno lo ha logrado.
Con la propuesta de reforma energética presentada por Enrique Peña Nieto, el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, se dice entusiasmado por los cambios que se prevé hacer en el sector.
“Habrá una industrialización en México que nunca ha existido antes”, afirmó.
En la entrevista, el directivo recordó que Colombia y Brasil pasaron por la misma etapa que México.
“En Colombia, durante los últimos 10 años desde que la reforma energética se realizó, duplicaron la producción. Lo mismo en Brasil. Desde 1997, la producción aumentó pasando de 800 mil barriles diarios a 2.1 millones. La compañía también es más sólida”, explicó.
Lozoya Austin repitió que la administración de Enrique Peña Nieto no privatizará a Pemex, pues aseguró que los hidrocarbonos se quedarán dentro del país.
“Sólo queremos compartir los riesgos. Queremos parar lo que está pasando hoy con Pemex, es decir que Pemex y el Estado está tomando todo el riesgo. Tenemos que pagar a nuestros proveedores de servicios a pesar de que encuentren petróleo o no. Hay mejores opciones para hacer negocios”, expuso.
Agregó que estos cambios también permitirán mejorar la competitividad de la economía mexicana, lo que incrementará el consumo en el país además de que México se transformará en un importante motor para la economía norteamericana.