PORTUGAL. Los empleados del metro de Lisboa se declararon en huelga por quinta vez en lo que va del año mientras los grupos sindicales siguen protestando por las medidas de austeridad y las reformas económicas adoptadas a cambio del crédito de contingencia otorgado a Portugal en el 2011.

 

La huelga de 24 horas decretada el jueves coincide con el comienzo de un debate parlamentario sobre el presupuesto del 2014, que aspira a reducir otros 3 mil 900 millones de euros (5 mil 300 millones de dólares), 2.3% del Producto Interno Bruto, del gasto estatal.

 

El primer ministro Pedro Passos Coelho dijo el jueves en el Parlamento que el proyecto de presupuesto de su gobierno de coalición centroderechista es “el pasaporte del país” para un futuro libre de rescates.

 

Conforme al proyecto, los funcionarios gubernamentales que ganen más de 600 euros (825 dólares) al mes verán reducida su paga un 12%, mientras que las pensiones superiores a los 600 euros mensuales serán reducidas en un 10%.

 

Los empleados de empresas estatales, incluyendo aquéllas en el sector del transporte público, verán igualmente reducidas sus pensiones, horas extras y subvenciones como alimentos parcialmente costeados.

 

El gobierno cuenta con suficientes votos en el Parlamento para aprobar el presupuesto, pese a la resistencia de los partidos de la oposición y los sindicatos. Empero, podría ver torpedeadas sus cuentas por el Tribunal Constitucional, que con anterioridad derogó algunas reducciones salariales y de las pensiones.

 

La próxima semana habrá paros en la red nacional de ferrocarriles y los autobuses y transbordadores de Lisboa. Los funcionarios gubernamentales realizarán un paro el 8 de noviembre.

 

En la vecina España se detectaron el jueves retrasos menores al realizar los sindicatos una huelga del transporte público de 24 horas. El paro, uno de ocho de cese parcial y de 24 horas, fue para protestar contra la disolución de la red nacional de ferrocarriles Renfe y la empresa de estructura ferroviaria Adif.