Por primera vez desde la fundación del Instituto Federal Electoral, hace 23 años, cinco de las nueve sillas destinadas a los consejeros estuvieron vacías en la sesión de ayer, con lo cual, el IFE enfrenta la “situación más crítica” de su historia debido a la falta de acuerdos en la Cámara de Diputados para nombrar a los miembros faltantes.
Ante el escenario de incertidumbre, los cuatro consejeros decidieron optar por una presidencia rotativa y colegiada. El primero será Benito Nacif, a quien nombraron presidente provisional durante noviembre.
Durante la sesión extraordinaria de ayer, la primera tras la partida de Leonardo Valdés, Macarita Elizondo, Francisco Javier Aguirre y Alfredo Figueroa, los consejeros hicieron un enérgico llamado a la Cámara de Diputados para que acelere la elección de los cinco faltantes y deje de lado las pugnas partidistas.
A juicio de Nacif, el órgano electoral se encuentra en una situación “extrema”, producto de las “omisiones legislativas” y los cuatro consejeros restantes, dijo, deben evitar poner en riesgo la vida democrática del país.
En su intervención, Lorenzo Córdova consideró que el IFE no es el responsable de la crisis institucional, sino, que fue orillado a trabajar a menos de la mitad de su capacidad por la inacción de los diputados federales para nombrar a los substitutos de cinco consejeros.
“Es el mejor recordatorio de que la Cámara de Diputados no ha cumplido con el mandato constitucional de tener un Consejo General debidamente integrado, por un lado, y por otro lado justamente esto, blindarnos recíprocamente, que eso significará blindar a la institución”, manifestó Córdova.
Además, “no podemos eludir esa decisión, a condenar al Instituto a una catastrófica parálisis, más aún cuando hay delicados procesos en curso: la constitución de eventuales nuevos partidos, dos procesos electorales en puerta el próximo año”.
De acuerdo con la resolución tomada, los cuatro consejeros se rotarán la presidencia: Benito Nacif estará hasta el tres diciembre; María Marván ocupará la presidencia hasta el siete de enero de 2014; Lorenzo Córdova al cuatro de febrero y Marco Antonio Baños al cuatro de marzo.
Garantizan operación
En cuestión de la operación, el próximo año no se realizarán elecciones federales, por lo cual, el Consejo General se encargará de la vigilancia del Registro Federal de Electores, de garantizar el funcionamiento de los módulos electorales en el país y de aprobar la redistritación territorial.
Benito Nacif explicó: “el IFE continuará con el Programa de Actualización del Padrón Electoral; tenemos el reto de la renovación de las credenciales 09 y 12, cuya vigencia termina el 31 de diciembre de este año”.
Otra de sus funciones serán administrar “los tiempos de radio y televisión para que los partidos políticos y las autoridades electorales, puedan desplegar plenamente sus campañas de comunicación hacia la ciudadanía”.
Respecto a la organización interna de la presidencia, Nacif manifestó que apenas se reunirá con personal y asesores adscritos para conocer “cómo está organizada y cómo deseamos organizarla de mejor manera para que sirva”.
Así el IFE inició la etapa más crítica desde su creación, con sólo cuatro de nueve consejeros quienes están a la expectativa de que la Cámara de Diputados elija a los miembros faltantes.
Rifan presidencia del Consejo General
Mediante una rifa entre los cuatro consejeros, Benito Nacif fue elegido como presidente provisional del Instituto Federal Electoral (IFE) al no estar reglamentada la acción legal ante la falta del consejero presidente.
¿Sacaron papelitos y usted fue el elegido? -Es correcto-, respondió Benito Nacif, al ser consultado por 24 HORAS sobre el método de elección que llevaron a cabo los cuatro consejeros para nombrar al presidente provisional.
Los cuatro miembros del IFE acordaron, según lo expresado en la sesión, que tendrán una presidencia rotativa en la cual se turnarán cada mes el puesto de mando de la institución.
Benito Nacif, quien fue elegido presidente hasta el tres de diciembre, reveló que llegaron al consenso de que el orden en el que presidirían al IFE sería mediante un sorteo.
“Básicamente fue un sorteo, por el cual, me tocó a mí en primer lugar, simplemente sorteamos el orden en el cual íbamos a presidir el Consejo General”, manifestó el consejero presidente provisional.
A su parecer, la presidencia rotativa permite que “todos nos involucremos en las decisiones, que todos contribuyamos, creemos que de esa forma, la unidad nos fortalece”.
Lo que buscan, dijo, es garantizar la gobernabilidad del órgano electoral “que privilegiará la naturaleza de pares que tenemos los consejeros y el carácter colegiado que nos impone nuestra Constitución”.
Ante la doble carga de trabajo, expuso que pidieron al personal del instituto “redoblar el esfuerzo en este periodo excepcional, para cumplir con todos los objetivos de nuestras políticas y programas que fueron aprobados oportunamente”.
Benito Nacif, Lorenzo Córdova, María Marván y Marco Antonio Baños marcarán un precedente en la historia democrática del país al sesionar con cinco sillas vacías de consejeros y al instaurar el formato de presidencia rotativa, en la cual, de noviembre a marzo, el IFE tendrá cuatro presidentes.