DAMASCO. Siria desmanteló todas sus instalaciones para la producción de armas químicas, un día antes de la fecha límite que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) había previsto como fecha límite según el programa de desarme, aseguró la organización asegura la Organización en un documento.

 

El texto, publicado en la página web la OPAC, afirma que los equipos de inspectores se aseguraron hace en 21 de las 23 lugares de producción en el país. Los dos restantes eran demasiado peligrosos para ser visitados, pero el material químico, se afirma, había sido trasladado a otro lugar para su inspección.

 

“La OPAQ está satisfecha de haber verificado y visto la destrucción de todo el equipo crítico para la producción, la mezcla y la carga en los 23 lugares”, afirma el texto.

 

La inhabilitación de los equipos significa que Siria ya no es capaz de producir armas ni agentes químicos de uso militar, aunque el proceso recién estará completado cuando Damasco destruya las armas y sus reservas acumuladas, que ya fueron puestas bajo sellos inviolables.

 

“Todos los stock de agentes químicos y armas químicas fueron puestos bajo sellos imposibles de violar”, dijo un portavoz de la OPAQ.

 

El desarme químico, iniciado a comienzos de octubre, es parte del acuerdo alcanzado en septiembre entre Moscú y Washington para evitar una intervención militar estadounidense en Siria, tras el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto contra barrios de la periferia de la capital siria que causó más de mil muertos, cuya autoría no ha sido aclarada.

 

Las instalaciones sirias fueron inutilizadas con maquinaria pesada (bulldozers y tractores), martillos a dos manos o llenándolas con hormigón.

 

El gobierno sirio había declarado que disponía de mil 300 toneladas de sustancias químicas y sus precursores y de más de mil 200 municiones sin carga, así como de 41 instalaciones situadas en 23 plantas que pueden utilizarse para fabricar armas químicas, según un informe de la OPAQ.

 

En tanto, los febriles movimientos diplomáticos que buscan poner fin al prolongado conflicto continuaron esta semana con el enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, quien el miercoles habló con Al Assad en Damasco en su primera reunión desde diciembre, donde el mandatario reiteró que es necesario que termine el “apoyo al terrorismo” en su país para propiciar un diálogo.

 

Brahimi informó al presidente sirio sobre las reuniones que está llevando a cabo durante su gira internacional para recabar apoyos para la conferencia de paz de Ginebra 2, prevista para fines de noviembre.

 

El gobierno afirmó que participará del cónclave, mientras el principal grupo opositor, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), anunció que adoptará una decisión definitiva a fines de la próxima semana aunque mantiene una postura reticente.

 

Además, algunos grupos armados de tendencia islamista consideran que acudir a Ginebra 2 equivale a una traición.

 

Israel ataca base en Siria

 

Según fuentes de la Administración de Washington citadas por la televisora CNN, cazas de combate israelíes atacaron por aire un objetivo militar cerca de Snobar Jableh al sur de la ciudad de Latakia. El blanco fue un convoy de sofisticados misiles tierra-aire destinado a la milicia chiíta libanesa Hezbolá en el Líbano, un aliado importante del régimen de Bachar al-Asad. Medios israelíes como la cadena árabe Al Arabiya, especificaron que la aviación israelí lanzó dos bombardeos en el área que destruyeron los misiles de modelo tierra-aire SA-8, de fabricación rusa. No es la primera vez que Israel no confirma ni desmiente un supuesto ataque contra convoyes de armas a Hizbulá como el ocurrido en enero y mayo donde los objetivos fueron envíos de misiles rusos y, también, iraníes. De confirmarse el ataque aéreo, supondría una nueva intervención militar de Israel para impedir que lleguen armas a Hizbulá, como ya ocurrió el pasado julio.