A diez años del primer sistema de transporte de Autobuses de Tránsito Rápido (BRT por sus siglas en inglés) en México; hoy las principales urbes del país analizan, expanden e inauguran nuevas rutas para beneficio y molestia de los usuarios.
Los sistemas BRT, implementan las ventajas de una red dedicada exclusivamente para su tránsito masivo, a semejanza del metro, pero con las ventajas y costos de un autobús.
Con el nuevo milenio, dicho transporte cobró auge en los cinco continentes ante los serios problemas de sobrepoblación, viabilidad y contaminación. Sin embargo, pasó casi un cuarto de siglo para que las ciudades planearan y rediseñaran el transporte público en función de su operatividad y sustentabilidad.
Desde 1974 la ciudad brasileña de Curitiba creó el primer BTR y 25 años después le siguieron las ciudades de Kunming, en China, y Bogotá en Colombia.
Hoy en día, múltiples adaptaciones del sistema recorren el mundo, desde los que usan biocombustibles hasta los que no cobran peaje con tal de dejar una huella verde en el planeta.
México
La ciudad de León, Guanajuato, cumplió sus primeros 10 años, siendo la pionera en el territorio nacional con la red del Optibús.
A ella se sumaron las redes de Monterrey y ciudad de México; donde la primera pertenece al mismo sistema del Metro y la segunda fue concecionada.
Le siguieron Guadalajara y Estado de México; y este año las ciudades de Puebla y Chihuahua.
Recientemente se anunció la construcción del Tuzobús en la ciudad de Morelia, Michoacán. En proyecto se encuentran las ciudades de Querétaro, Sonora, Mérida, Ciudad Juárez .
Aunque el Conejobus, en Tuxtla Gutiérrez no pertenece precisamente a los BRT, fue una modalidad de transporte que operó con biodiesel, a partir de la plantación de grandes extensiones de “piñón”, bajo la administración de Juan Sabines, en Chiapas. Este año la secretaría de Transporte estatal declaró que la compañía suministradora del combustóleo había dejado de hacerlo.