El escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez declaró hoy que el periodismo, profesión que ejerció durante veintiséis años antes de entregarse a la literatura, le enseñó “sobre todo a controlar el idioma” y a utilizarlo en sus libros “de manera muy directa y muy funcional”.

 

“Respeto mucho al lector ahora, en mis novelas, en mis cuentos”, sin utilizar el lenguaje “de manera decorativa, como si fuera un merengue alrededor de una tarta”, sino con “mucho cuidado”, explicó Gutiérrez (Matanzas, 1950) en entrevista telefónica.

 

El autor de “Trilogía sucia de La Habana” (1998) se encuentra en México participando en la XXXIII edición de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), donde presenta su obra, entre la que destaca su último libro, “Diálogo con mi sombra”, una reflexión acerca del oficio de escritor.

 

Gutiérrez, un autor orientado a la denuncia social que pasó por las agencias de noticias y el periodismo, considera ese oficio “un entrenamiento maravilloso” que le dio “una disciplina para escribir rápido” que hoy agradece.

 

Explica que sigue siendo “vocacionalmente” periodista, que como reportero adquirió disciplina suficiente para pasar “cuatro o cinco horas diarias” trabajando en sus textos, porque “una novela no se resuelve en la cabeza” sino con “horas-nalga”, trabajando cuidadosamente los textos.

 

Dedicado a la literatura, Gutiérrez lleva escritos diecisiete libros, diez en prosa y siete poemarios.

 

Desde septiembre ha comenzado una nueva aventura: su obra se vende en régimen de exclusividad por un año a través del portal Amazon.es, sea en versión electrónica o en papel.

 

“Es como una aventura, entrar en el mundo este de internet, a ver qué pasa”, agrega.

 

A otro territorio nuevo como el cine está llegando una de sus novelas por primera vez, “El rey de La Habana” (1999), de la mano del director español Agustí Villaronga, quien dirigió con un enorme éxito “Pa negre” (2010).

 

Gutiérrez conoce el guión del propio Villaronga, que es “estupendo, maravilloso”, está encantado con el rodaje, que se realizará en 2014, y confía en que el cineasta no desvirtúe su obra.

 

“Yo espero, como todo escritor, que sea lo más fiel al espíritu de la obra, no a los detalles porque son dos lenguajes diferentes, pero que haya un espíritu, una atmósfera espiritual, intelectual, que es lo que uno espera que te respeten”, apunta.

 

El escritor cubano, que vive entre Tenerife (España) y La Habana, confía ciegamente en Villaronga.

 

“Él es una gente muy conocedora de La Habana, está yendo a visitarla desde 1991, y es un enamorado, un apasionado de La Habana, así que es español pero es muy cubano en ese sentido y eso es importante”, señala.

 

Celebra que la película vaya a rodarse en La Habana, la capital de un país donde “hay cambios graduales, pausados, no bruscamente, pero hay cambios” que facilitan hoy la labor de creadores como él.

 

“Hay como un mejoramiento en ese sentido. Yo por lo menos lo percibo así”, agrega el autor de otros libros como “Animal tropical” (2000), por el que obtuvo el Premio Alfonso García-Ramos de Novela, “El insaciable hombre araña” (2002) y “Carne de perro” (2003), que le valió el Premio Narrativa Sur del Mundo en Italia aquel año.