CALIFORNIA. Apodado “Gordo Leonard“, el empresario malayo es bien conocido por los comandantes de la Armada de Estados Unidos en el Pacífico, donde su compañía ha prestado servicios a los buques de guerra durante 25 años.

 

Pero en documentos de la corte, los fiscales sostienen que Leonard Francis usó sus conexiones para obtener secretos militares a cambio de prostitutas, boletos para conciertos de Lady Gaga y otros sobornos en un caso de corrupción que ha sacudido a la Armada.

 

Las acusaciones reveladas en una corte federal en San Diego dan indicios de serias violaciones a la seguridad nacional de Estados Unidos y actos de corrupción, lo que ha desatado una serie de reuniones de alto nivel en el Pentágono debido a la amenaza de que más personas, incluidos oficiales de mayor rango, pueden ser mencionados en la investigación. Es posible que en la audiencia del 8 de noviembre se establezca una fecha para el juicio.

 

El comandante Michael Vannak Khem Misiewicz de la Armada entregó información confidencial sobre las rutas de las naves a Glenn Defense Marine Asia Ltd, la compañía de Francis, con sede en Singapur, de acuerdo con documentos de la corte.

 

Misiewicz y Francis movían naves de la Armada como piezas de ajedrez, desviando portaaviones, destructores y otros navíos hacia puertos asiáticos con supervisiones laxas donde Francis podía inflar costos, según el documento penal. La compañía le cobró millones de dólares a la Armada al inflar precios de combustibles, alimentos y otros servicios que proporcionaba e inventó impuestos a través de autoridades inexistentes, sostiene la fiscalía.

 

“Es grave cuando tienes una sola persona que decide a dónde van los barcos y que pueda ser influida por un contratista”, dijo el contraalmirante retirado Terry McKnight, quien no tiene conocimiento directo de la investigación. “Mucha gente se pregunta: ¿cómo pudo pasar esto?”

 

Hasta ahora las autoridades han detenido a Misiewicz y a Francis; a su gerente general de contratos gubernamentales globales, Alex Wisidagama, y a John Beliveau II, investigador de la Armada.

 

Beliveau está acusado de mantener a Francis fuera de la investigación y aconsejarle cómo responder a cambio de recibir viajes de lujo y servicios de prostitución. Todos se han declarado inocentes y su defensa rechazó hacer comentarios.

 

Altos oficiales de la Armada dijeron creer que probablemente haya más personas involucradas en los actos de corrupción, pero es muy pronto para decir cuántos son o qué tan alto llegará esto en esta rama de las fuerzas armadas. Los documentos de la corte mencionan que más personal de la Marina, cuyos nombres no se revelaron, recibió regalos de Francis.

 

El empresario es un personaje legendario en círculos militares de esa parte del mundo, dijo McKnight, quien no lo conoce personalmente.

 

Se le conoce por su extravagancia. Su bungalow de 6.000 metros cuadrados (70.000 pies) en un barrio lujoso de Singapur atrajo la atención por su elegante decoración navideña, que el periódico The Straits Times describió como algo que rivalizaba con los aparadores de las principales tiendas al usar réplicas de hombres de nieve, árboles de navidad iluminados y adornos japoneses y chinos.

 

“Es un personaje enorme”, dijo McKnight. “Hablas con cualquier capitán de cualquier barco que haya navegado por el Pacífico y sabrán exactamente quién es”.