Mientras la bancada en la Cámara de Diputados asegura que no traicionara sus principios y sacará adelante las reformas, ya sea con el Pacto por México o sin él, el PAN en el Senado amaga con no apoyar al PRI en la reforma energética
El senador panista, Roberto Gil Zuarth aseguró que en su grupo parlamentario “quedó sin lugar a dudas un mal sabor de boca” después de la actitud que, aseguró, asumió el tricolor en la aprobación de la reforma fiscal, en la que “no hubo ningún espacio por parte del PRI para acordar modificaciones que eran absolutamente sensatas y necesarias”, por lo que su grupo parlamentario analiza no apoyar la reforma enérgetica del presidente.
“Nosotros quisimos hacer una negociación parlamentaria, y no hubo una actitud de apertura por parte del PRI, y esa actitud arrogante ha tenido consecuencias en el ánimo del Grupo, donde no hay en este momento razones fuertes para tratar de encontrar con el Ejecutivo un espacio de acuerdo”, respondió el legislador, referente a los consensos a los que necesita la reforma energética.
Gil Zuarth destacó que la decisión en este sentido aún está en análisis, todo dependerá en gran parte en la aprobación de la reforma política.
“Seguimos insistiendo en la necesidad de acabar pronto la reforma política y la reforma energética, mantenemos nuestra posición de que no vamos a hablar de reforma energética, mientras no materialicemos una reforma política, esa posición no cambia”, afirmó el ex secretario particular de Felipe Calderón.
Enfatizó que la bancada panista mantiene su postura en que “no hay ninguna posibilidad de que exista reforma energética si antes no existe votada en las dos Cámaras una reforma política”.
Sobre la creación de un Instituto Nacional Electoral, el panista comentó que no debe olvidarse que es una propuesta que surgió del Pacto por México, y que seguirán analizándola a fin de encontrar “un modelo de equilibrio o bien decantándonos hacia un modelo alternativo o respaldando la propuesta del Pacto por México”.
“Una gran mayoría de voces se están pronunciando en contra de la centralización absoluta de la función electoral, entonces tenemos que asumir y entender que una propuesta de esta naturaleza puede complicar el arreglo federal de manera insospechada, y precisamente por eso estamos discutiendo modelos”, concluyó Gil Zuarth.