El Instituto Federal Electoral (IFE) se ha convertido en un botín político de los partidos en la Cámara de Diputados, debido a la falta de acuerdos entre los legisladores para nombrar a los cinco consejeros faltantes, consideró el consejero Marco Antonio Baños.

 

De acuerdo con Baños, “lamentablemente la percepción social”, incluida la de los integrantes del consejo, es que el Poder Legislativo ve al órgano electoral como un trofeo, lo cual vulnera y tiene sumida en una profunda crisis a la institución.

 

“No se vale que los actores políticos jueguen con la integración de instituciones, que son muy importantes para el país”, reclamó a los diputados, quienes consideró “no han hecho la parte que les toca”.

 

Debido a la inacción de los diputados, explicó, los “cuestionamientos de legitimidad del IFE” crecerán en la percepción ciudadana y eso podría mermar la confianza en el instituto.

 

Sobrecarga de trabajo

 

 

Los consejeros Marco Antonio Baños y María Marván coincidieron que su carga de trabajo para cerrar el año se duplicará a causa de que los diputados no han nombrado a los sustitutos de los cinco consejeros faltantes.

 

“Afecta porque hay una sobrecarga de trabajo, no es lo mismo trabajar con ocho consejeros a sólo con tres de manera permanente en las comisiones”, manifestó Baños.

 

Antes de terminar 2013, el IFE tendrá que cabildear con el Poder Legislativo su presupuesto para 2014, planificar el apoyo otorgado para los comicios locales de Coahuila y Nayarit, concluir los procesos de sanción a medios y partidos, así como supervisar el registro de nuevos partidos.

 

Bajo ese contexto, Marco Antonio Baños adelantó a 24 HORAS que los trabajos en comisiones para sacar adelante esos pendientes serán absorbidos por los equipos de asesores de los cuatro consejeros.

 

“Y en la presidencia del consejo quedará con un staff mínimo que permita el funcionamiento, vamos a revisar qué asesores se quedan y cuáles se van”, confesó.

 

Por su parte, la consejera María Marván manifestó que los diputados son los culpables de la crisis en el IFE y coincidió en que la falta de acuerdos en la Cámara aumenta cada día la situación crítica del instituto.

 

“No es lo ideal trabajar con cuatro consejeros, no es una situación que nosotros hayamos buscado ni a la que le podamos poder remedio, es importante que se tomen definiciones en la Cámara”.

 

La consejera Marván señaló que, ante la falta de acuerdos en la Cámara de Diputados, acordaron rotarse la cabeza del IFE para evitar que el consejero presidente sea sólo un “adorno”.

 

“Si entramos en una lógica de tensión entre la presidencia y las comisiones, le habríamos hecho muchísimo daño a la institución, por eso hicimos énfasis de que las decisiones fueran colegiadas”, concluyó.