Desde iniciativas para mejorar los servicios de limpieza, las fotos que buscan crear conciencia sobre el calentamiento global hasta consejos sobre cómo vivir una vida más verde y noticias del cambio climático en 140 caracteres, una nueva forma de mejorar el medio ambiente se está extendiéndose en el mundo. Funciona sin líderes y muchas veces sin contar con la infraestructura, el dinero y el apoyo de grandes empresas.
Le llaman movimiento verde y sus instrumentos son las redes sociales. Así es este breve panorama del ambientalismo en las redes sociales:
Es el caso del grupo de activistas de Greenpeace que aprovecharon Pinterest para crear boards de fotografías sobre el derretimiento del Ártico, que en 30 años ha perdido más de tres cuartas partes de hielo a causa del calentamiento global. Hasta ahora 530 personas siguen esta iniciativa.
Las autoridades de la ciudad de Vancouver (Washington) recurrieron a Twitter ante los confusos horarios de recolección de basura que estaban provocando la aparición de tiraderos clandestinos en las calles. Crearon un sitio web donde los residentes pueden inscribirse para recibir un tuit la noche previa a la recolección. “Ya no hay pretextos”, se lee en el portal.
La organización ecologista 350.org, dirigida por Bill McKibben, utiliza sus cuentas de Twitter y Facebook para generar a través de fotografías y videos un movimiento global que reduzca las emisiones de dióxido de carbono. Pero en septiembre pasado sorprendió al colgar una petición de firmas a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para que deje de nombrar a las tormentas tropicales y huracanes con nombres de personas comunes como lo hace desde 1954, y llamarlas como los políticos estadounidenses que rechazan el programa para frenar el cambio climático impulsado por el gobierno. Entre las propuestas está el senador Marco Rubio, quien en febrero pasado, tras el discurso de Barack Obama sobre el Estado de La Unión, en el que manifestó su preocupación por el combate al cambio climático, respondió: “El gobierno no puede cambiar el clima. Somos un país, no un planeta”. La iniciativa www.changeclimatename.org tiene 81 mil 862 firmas.
En Montevideo, Uruguay, un grupo de empresarios creó Greentizen, una nueva red social que le propone a los usuarios acumular puntos por compartir sus acciones ecológicas. No buscan crear expertos ecologistas, su intención es canalizar esas “pequeñas acciones” en hábitos. Cuenta con 3 mil 723 seguidores. “Si sabemos que nuestra acción se suma a muchas otras que generan un efecto, entonces la gente se engancha”, sostiene Sylvia Chebi, cofundadora y CEO de Greentizen.
En Twitter México, esta búsqueda por crear hábitos ecológicos está presente a través de cuentas independientes como @ECO140, @ecoosfera y @SOSPlaneta2, además de 1as diseñadas por las autoridades como @PlanVerde, del gobierno del Distrito Federal, que brindan tips para mejorar el medio ambiente.
En otras redes sociales más específicas, como LinkedIn, se pueden encontrar grupos de profesionales ambientalistas bajo nombres como Green (con más de 50 mil miembros); Energy and Utilities Network (con más de 21 mil), y Sustainability Professionals (con más de 11 mil).