El cantante Pablo Montero dice que en esta ocasión no se arrepiente de haber agredido al camarógrafo de Univisión, porque él se metió a un fraccionamiento que está vigilado, diciendo que era empleado de él y empezó a grabarlo sin su consentimiento.

 

Hasta ahí, todos estamos de acuerdo, nadie tiene derecho de invadir su privacidad y hay que respetar a los famosos, pero el problema es que Pablo siempre es violento y responde de esa forma. Dice que les pidió de buena manera que se retiraran y no le hicieron caso y al ver que lo grababan, le arrebató la cámara.

 

Pablo comentó que si entran otra vez y no hacen caso, los vuelve a golpear, porque es para cuidar a su familia, no quiere que tomen fotos de su casa, de su esposa y de sus hijos por seguridad.

 

También eso se entiende, pero entonces que no venda fotos a las revistas de la boda, de los cumpleaños de sus hijos y del bautizo, que por cierto será dentro de poco tiempo.

 

Y el mal genio, es mejor que lo controle, porque hay maneras y las suyas no son las adecuadas. A lo largo de su carrera, sus arranques le han traído más problemas que bienestar. Creo que el equilibrio siempre es mejor, aunque cuesta mucho trabajo.

 

Hay más, pero hasta ahí les cuento…