Organizaciones campesinas que marcharon –ayer- con tractores por avenidas de la ciudad de México, consiguieron que el gobierno federal cediera ante sus peticiones de instalar mesas de negociación para revisar un ajuste de los precios del fríjol, maíz, sorgo y otros productos que se pagan a precios “irrisorios” y afectan a más de tres millones de productores en México.
Desde las 10 de la mañana, diversas organizaciones campesinas de varias entidades se reunieron en el Ángel de la Independencia para movilizarse a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Montados en tractores, acompañados de animales de campo como burros e incluso un coyote, arribaron a las instalaciones de la Segob. En tanto, una comitiva encabezada por el líder del Barzón, Alfonso Ramírez Cuellar, logró ser atendida por el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, además de representantes de economía y agricultura del gobierno federal.
A su salida, luego de dos horas de negociación, los productores del campo detallaron que el gobierno accedió a instalar dos mesas de diálogo. La primera –a realizarse en al Segob este miércoles- se negociará el precio de los productos del campo y el ordenamiento de mercados agroalimentarios; la segunda tratará el tema del presupuesto para el campo y se realizará el mismo día con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El problema que enfrentan los más de tres millones de productores del campo es el desplome de precios como maíz, fríjol, sorgo, café y azúcar, que en los últimos dos años ha visto bajas considerables de hasta 50% en sus precios de compra.
Según Ramírez Cuellar, no es justo que se pague en 2.30 pesos el kilogramo del maíz, mientras el kilogramo de tortilla se eleve hasta los 17 pesos. Asimismo, se les paga seis pesos por el kilo de fríjol, mientras que en mercados y anaqueles se pague hasta en 20 pesos este producto.
“Es una lucha antimonopólica la que sostenemos del sector agrícola que representa más de 700 mil millones de pesos al año, beneficia a 118 millones de consumidores, pero que pone a la deriva a tres millones de productores”, sostuvo.