ROMA. Los servicios públicos en Grecia permanecen cerrados este miércoles al iniciar la quinta huelga general del año en protesta por los nuevos recortes de austeridad en el país helénico.
El paro de 24 horas interrumpió el transporte público, suspendió los servicios de ferry y tren, cerró las escuelas estatales y los hospitales estatales, además del funcionamiento de servicios de ambulancia, sólo está disponible el personal de emergencia.
Decenas de vuelos fueron cancelados o reprogramados luego que los controladores de tráfico aéreo abandonarán el trabajo durante tres horas en apoyo de la acción laboral, mientras que el resto del personal aeroportuario prolongará 60 minutos más el paro.
El movimiento se produce durante las duras negociaciones entre el gobierno y los inspectores del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, conocidos como la troika.
Durante las tres horas que durará el paro de los controladores, solo se despacharán los vuelos de emergencias de hospitales y los de aviones militares que participan en maniobras ya programadas, reportó el diario Ekathimerini.
Los hospitales solo ofrecen durante toda la jornada servicios mínimos (urgencias y tratamientos oncológicos y de diálisis) mientras que permanecen cerrados colegios y universidades, juzgados y la mayoría de oficinas municipales.
La huelga, convocada por las dos principales confederaciones sindicales, GSEE, que representa al sector privado, y ADEDY, representante de la función pública, se dirige contra una serie de medidas aprobadas por el gobierno del primer ministro Antonis Samaras.
El gobierno de Atenas, que está sujeto a un severo plan de austeridad impuesto por la troika para poder recibir financiamiento, ordenó los recortes de los derechos laborales, el despido o traslado forzoso de funcionarios y la privatización de empresas públicas.
Los representantes sindicales exigen también la derogación de la parte del impuesto sobre bienes inmuebles que se introdujo de forma temporal, pero que un proyecto de ley prevé establecer de modo permanente.
El movimiento coincide con la nueva visita de los representantes de la troika, que esta semana analizan el cumplimiento del programa de reformas impuesto a Grecia y de cuyo veredicto dependerá el desembolso de un nuevo tramo de ayuda por valor de mil millones de euros.
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