El caso del avión mexicano destruido en Venezuela por sospecha de narcotráfico, provocó ayer mayores confusiones. El gobierno venezolano informó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que los pasajeros en el avión huyeron, sin dar a conocer el número de ellos.
Lo servicios de inteligencia mexicanos, sin embargo, pudieron determinar que en el avión viajaban seis personas, dos de ellos tripulantes, y los clasificó como “desaparecidos”. La diferencia entre que hayan huido o desparecido radica en la posibilidad de que no se escaparan, sino que se encuentren detenidos.
La información oficial ha sido muy escasa debido a que el gobierno venezolano ha aportado de manera escueta y muy lenta detalles sobre lo que sucedió. Sin embargo, de acuerdo con la reconstrucción del plan de vuelo de la aeronave tipo Jet Hawker 25, con matrícula XB-MGM, a la cual tuvo acceso 24 Horas, las autoridades mexicanas están logrando obtener una fotografía más clara sobre el incidente.
El martes pasado, el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (CEO), Vladimir Padrino López, informó a través de su cuenta de Twitter que se detectó e interceptó la aeronave mexicana en el estado de Apure, ubicado en la zona oeste de Venezuela, frontera con Colombia.
Es precisamente en esa zona en donde se ha detectado que aeronaves cargan cocaína y vuelan a Centroamérica, donde aterrizan y continúan el trasiego por tierra para cruzar por territorio mexicano hasta llegar a Estados Unidos.
De acuerdo con las primeras informaciones del gobierno venezolano, difundida ayer, la tripulación no respondió las indicaciones de los militares, por lo que la aeronave fue “inhabilitada”.
Sin embargo, la información preliminar recabada por las autoridades mexicanas establece que el avión descendió y, ya en tierra, se le disparó un misil que provocó que se incendiará en un 80 por ciento.
Las fuentes consultadas explicaron que es escasa la información que se tiene hasta el momento todavía, por lo que se desconoce si las autoridades venezolanas mantienen detenidos a la tripulación y pasajeros, uno de ellos empresario de Querétaro y tres mujeres, por lo que se investiga en dónde pudieran permanecer y, en tanto, se les ha declarado como desaparecidos.
Los documentos oficiales señalan que el primero de noviembre la aeronave se trasladó del aeropuerto de Apodaca al Internacional de Monterrey, en donde cargó combustible y recogió a un pasajero, sin precisar el nombre. Posteriormente llegó al aeropuerto de Querétaro, en donde el jet bimotor permaneció estacionado hasta el 4 de noviembre, de acuerdo con los registros.
En el reporte de pasajeros, entregado a las autoridades aeronáuticas, se colocaron los nombres de tres mujeres y un hombre, y el piloto y copiloto; sin embargo los nombres fueron omitidos por seguridad, en tanto continúan las investigaciones, explicaron las fuentes.
La aeronave, que tiene la capacidad de volar unas cuatro horas antes de recargar combustible, salió de Querétaro con rumbo a las Antillas a las 11:50 de la mañana de ese lunes 4 de noviembre y debió descender en un aeropuerto de alguno de los países centroamericanos, y retomar su ruta a las Antillas. Sin embargo, por motivos que aún se desconocen, cruzó territorio venezolano, donde fue obligado a aterrizar ese mismo día y fue hasta el 5 de noviembre, que el jefe del CEO difundió que había sido derribado.
La respuesta oficial
Los ocupantes del jet que fue derribado por las Fuerzas Armadas de Venezuela, abandonaron la aeronave, informó ayer la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“Según la información contenida en la nota diplomática del gobierno venezolano, los ocupantes abandonaron la aeronave antes de su inhabilitación“, explicó la cancillería a través de un comunicado.
Fuentes diplomáticos dijeron a 24 HORAS que no se sabe cómo los ocupantes abandonaron el avión. Tampoco dieron a conocer su identidad.
De acuerdo con la nota diplomática enviada por el gobierno de Venezuela a la Secretaría de Relaciones Exteriores, el avión y la pista en la que esté fue ubicado fueron inhabilitados por la Fuerza Aérea Venezuela.
No obstante, no se precisaron la ciudad o el lugar donde el avión fue derribado.
La dependencia afirmó que las autoridades venezolanas y mexicanas continúan la investigación en torno a este caso y se mantienen en constante comunicación.
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