ISLAMABAD. El mulá Fazlulá, a quien algunas fuentes atribuyen la organización del ataque contra la niña Malala Youzafzai por defender la escolarización femenina, fue elegido como nuevo líder de los talibanes paquistaníes para remplazar a Hakimullah Mehsud, muerto el pasado viernes en el ataque de un dron estadunidense.

 

La elección de Fazlullah, de 39 años fue por por la shura o consejo directivo del movimiento insurgente Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP),una organización paraguas bajo la que se agrupan una treintena de facciones islamistas armadas que dicen querer establecer un Estado islámico y luchan contra el gobierno de Islamabad.

 

Según informó un portavoz de la organización, Shahidullah Shahid,  la nueva dirección de los talibanes está en contra de las negociaciones de paz con el gobierno.

 

“No habrá más conversaciones porque el Mullah Fazlulá está en contra de las negociaciones con el gobierno de Pakistán y estamos seguros de que Pakistán apoya plenamente a Estados Unidos en los ataques aéreos “, aseveró el portavoz.

 

Hace casi un mes, un dirigente de los talibanes pakistaníes aseguró en una entrevista con la cadena británica BBC que estarían dispuestos a iniciar unas negociaciones serias de paz con el gobierno. Días después, sin embargo, un ataque con un avión no tripulado mató al entonces líder del mayor grupo de la organización.

 

El nuevo líder

 

Fazlula, conocido como mulá radio y cuyo verdadero nombre es Fazal Hayat to Biladar Khan, es originario del valle de Swat, situado en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el oeste del país y fronteriza con Afganistán, donde según algunas versiones el nuevo líder insurgente se ha refugiado en diversas ocasiones.

 

Autor de varios atentados, entre otros el que costó la vida al general Sanaullah Khan Niazi, comandante de las fuerzas militares de Swat, el mula Fazlula es también el presunto organizador del ataque que en octubre de 2012 causó graves heridas a Malala Youzafzai.

 

De 14 años, y originaria como Fazlula del valle del Swat, la niña se había mostrado públicamente en favor de la educación femenina, después de desafiar de manera abierta la prohibición de los talibanes para que las menores no acudieran a las escuelas del área. Según un comunicado del TTP tras el ataque, la muerte de Malala “era una obligación bajo la sharia” o ley islámica”.