Entrevistar a Emory Douglas ha sido una de las experiencias más inspiradoras e importantes en mi corta carrera. Conversar con un personaje histórico de la relevancia de Emory ha sido muy nutritivo; el bagaje cultural y humano que posee el ex ministro de Cultura del Partido de las Panteras Negras cambió aún más mi idea sobre la situación actual de la humanidad.
Nuestro encuentro tuvo lugar en la galería Vértigo, ubicada en la calle de Colima, en la colonia Roma, donde Emory preparó una exposición a petición de Clarisa Moura y Dr. Alderete. Llegué 10 minutos antes a la cita, le di al parquímetro mi dinero, caminé hacia la galería y entré con el presentimiento de que, al salir de ahí, sería una persona diferente. Parecía un día como cualquier otro en Vértigo, pero al adentrarme más, vi a Emory sentado al fondo de la galería, y entendí que no era así. Dr. Alderete me pidió amablemente esperar a que terminara la entrevista en curso, así que me senté y esperé. En mi cabeza rondaban las preguntas que deseaba hacer a tan importante activista social, a este ícono de la cultura afroamericana, amigo de Afeni Shakur y pionero del arte público.