Pancho Villa acostumbraba hacerse acompañar de periodistas y de intelectuales, como el escritor estadunidense John Reed y el propio Martín Luis Guzmán, autor de La sombra del caudillo, quien inclusive fungió como su secretario durante un tiempo.
A Pancho Villa, aparte de las mujeres, le gustaban los reflectores, le gustaba ser el protagonista de su propia película. Pancho Villa fue el típico hombrerazo norteño, malmodiento, malhablado y tenaz que luchó por la causa de los pobres campesinos de su época, “todos desarrapados” como él decía.
¿Villano o héroe? Amado por muchos y odiado por otros, robó trenes como buen general revolucionario, arrebató tierras a los hacendados para darlas a la causa agraria y hasta fue gobernador provisional de Chihuahua un añito de 1913 a 1914.