Sus desencuentros con el presidente Mariano Rajoy acompañan esta vez a José María Aznar en su paso por México. Y es que apenas han transcurrido unos cuantos días “de la venganza” del mandatario español para con su antecesor: su ausencia y la de su equipo en la presentación de la segunda entrega de las memorias del ex presidente.
¿Estamos ante una ruptura real con Rajoy?, preguntamos.
“¡Yo no he roto nada! Yo he presentado un libro…”, responde entre risas Aznar. Procura bajar el tono de la disputa y de sus críticas: “A mí me parece que este gobierno ha tenido una situación muy difícil, ha tomado en muchos casos decisiones positivas, ha contribuido positivamente al país…”.
Y en ello va cuando agrega: “Eso no significa que me gusta todo lo que se haga, pero bueno, dejemos las cosas ahí… Ahora yo dije que si lo que se quería era la expresión de ruptura yo tomaba nota”.
-¿Y así se queda?
-No, así no quedará. Pero ya veremos.
A sus 60 años, Aznar luce entero, echado para adelante, como en los tiempos en que dirigió su país (1996-2004). El motivo de su estancia en México, comenta a 24 HORAS es su participación en un foro sobre las posibilidades del futuro de México, organizado por el primer bufete de abogados del mundo, DLA Piper.
¿Qué piensa de nuestra situación económica? El del Partido Popular dice ver “con esperanza” el futuro de México: “Hay una expresión de confianza grande en su estabilidad y en sus posibilidades, y eso es muy relevante. Tener una confianza externa es una parte importante. Otra parte importante es que las cosas domésticas funcionen y se aprovechen las oportunidades”, apunta.
Para Aznar, los países que hacen reformas en este momento, los países que procuran ser más competitivos, más flexibles, son los países que más prosperan, que más crecen, que más oportunidades dan a su gente, que más puestos de trabajo tienen.
Su relación con los panistas ha sido muy cercana, pero como él mismo afirma “cuando se está en el gobierno se tienen relaciones entre Estados, entre países y otra cosa son los amigos partidarios más afines ideológicamente”.
De hecho de su relación con el presidente (Ernesto) Zedillo mencionó que el tiempo que compartieron como mandatarios uno y otro “fue estupendo en todos los sentidos, estupendo”. De (Vicente) Fox apenas mencionó su relación; y de Felipe Calderón externó:”Es amigo mío de hace muchos años”.
A propósito de Fox le preguntamos a Aznar cómo había sido su conversación con el guanajuatense cuando vino a pedir el voto de apoyo para la guerra contra Irak. Y el primer matiz del ex presidente español en su respuesta fue un “No tanto le pedí…”
El caso es que contó que él estaba invitado a casa del presidente (George) Bush en Texas y le pareció una cortesía pasar a ver al presidente de México.
“Teniendo en cuenta que los dos estábamos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y habiendo el problema que había, a mí me parecía absolutamente extraordinario el que no hablara y por tanto, antes de ir a Texas vine aquí. Yo sabía cuál era la posición del presidente Fox más o menos y yo tenía mi posición e intercambiamos opiniones sobre ello. Lo hice con México por qué, pues porque estábamos en el Consejo de Seguridad”
Sobre la versión de entonces de que vino a presionar al gobierno mexicano, refutó: “Yo se que en esos tiempos de tensión, en medios de opinión la gente dice ‘ha venido a presionar…’ Y yo me decía lo contrario: ¿y si no llego a venir? Igual me dirían: ‘usted lo menos que podía haber hecho es venir…’ A mí me parecía normal hablar y luego, si había posibilidades distintas, pues…”
-Usted decía entonces que quería que España estuviera entre los grandes y lo logró…
“Yo tenía una ambición para mi país –asienta-. Cuando me preguntan por aquellos años yo digo: Fue una historia de una ambición”.
Y da un ejemplo futbolístico: Mire la clasificación de la liga española o mexicana o inglesa. Oiga, a mí no me gusta estar en la mitad de la tabla, y de ahí para abajo tampoco. ¡Arriba!, donde se toman las decisiones. A mí no me gusta estar dando vueltas alrededor de una mesa continuamente mientras hay otros sentados a esa mesa y están decidiendo cosas importantes. ¡Y para eso hay que hacer muchas cosas! La confianza en las naciones, la confianza en las políticas, la confianza en los gobernantes se tarda mucho tiempo en generar y hay que ser muy persistentes y hay que saber en determinado momento aprovechar las oportunidades.
¿Arrepentido en algún momento? ¡Qué va! Alega el propio Aznar:
“Nunca me arrepentiré de haber querido o de haber sido ambicioso para mi país. Y siempre he pensado que España debe tener esa ambición de ser”.
-Pero ahora España está a media tabla.
Hemos sufrido una crisis muy fuerte como consecuencia de errores gravísimos que se han cometido en la política española desgraciadamente. De momento ya no escarbamos el agujero, ya no estamos en recesión; hay datos de que salimos no sólo de la recesión sino hay mejoras que nos dejan ver que salimos de la crisis. Hay elementos positivos, se han tomado decisiones correctas, muy de la confianza internacional hacia el país. Es decir, tenemos la oportunidad de recuperar, no voy a decir todo lo que teníamos, pero una importante y por lo menos a recuperar o eliminar tantos efectos negativos.
En cuanto a su relación con Rajoy, ya mencionamos al inicio cómo andan las cosas. No muy bien que digamos, pero el siguiente episodio lo dejó Aznar en el misterio con un mero “ya veremos”