JERUSALÉN. Un palestino de 16 años mató hoy a un soldado israelí de 18 en una estación de autobuses de la ciudad de Afula, en la Galilea, tras asestarle una puñalada en el cuello, informó el Ejército israelí.
“El soldado (…) ha muerto en un hospital de la zona”, indicó un comunicado militar, que explicó que la víctima iba vestida de uniforme y se dirigía a una base cercana.
Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana cuando la víctima, identificada como Eden Atias, dormitaba dentro de un autobús de línea regular que se dirigía de Nazaret Ilit a Tel Aviv, y que hacía una breve parada en Afula.
Según el Maguen David Adom, equivalente a la Cruz Roja en Israel, el soldado sufrió heridas de extrema gravedad y murió al llegar al hospital de la ciudad.
El atacante, identificado como Husein Yawadra y que estaba en Israel sin autorización, fue detenido por agentes de seguridad de la estación de autobuses.
Según la investigación preliminar, procede del vecino distrito cisjordano de Jenín y tiene al menos dos primos presos en Israel, uno de ellos por el asesinato de dos israelíes.
Poco después del suceso fue trasladado a un centro de interrogatorios del servicio secreto interno Shabak para dilucidar si actuó por iniciativa propia o fue enviado por alguna organización armada, según la edición digital del diario Yediot Aharonot.
El interrogatorio preliminar indica que actuó por cuenta propia y que entró esta mañana en el territorio israelí, probablemente, por algún agujero en la verja de seguridad que separa ambos territorios.
“La policía no tenía ninguna advertencia de un posible ataque hoy, aunque hay alertas generales todo el tiempo. El terrorista subió al autobús y no tenemos aún claro si en ese momento ya tenía planificado matar a alguien o se dirigía a su trabajo. Lo que ocurrió al final es que apuñaló al soldado que estaba sentado a su lado”, dijo el comisario Roni Atia, comandante del Distrito Norte.
En los últimos dos meses se ha registrado un considerable incremento en el número de ataques de palestinos contra israelíes, en los que han muerto dos soldados y varios civiles han resultado heridos.
Hasta ahora estos ataques se concentraban en Cisjordania, pero el de hoy se ha producido en territorio reconocido de Israel.
Un alto oficial del Ejército dijo la semana pasada a Efe que “por ahora los servicios de inteligencia no perciben una organización de cara a una ‘intifada'”, pero que aún así “seguían de cerca la situación”.
Por ‘intifada’ se entiende un levantamiento masivo palestino contra la ocupación israelí.
La primera, de carácter más popular, tuvo lugar entre 1987 y 1993 y la segunda, mucho más sangrienta, entre 2000 y 2004.
Israelíes y palestinos negocian desde el pasado julio una salida pactada al conflicto, aunque las dificultades en las negociaciones han llevado a algunos comentaristas destacados a advertir de una nueva revuelta palestina si fracasan, como ocurrió en 2000 después de la Cumbre de Camp David.
En el marco del proceso actual, y a cambio de que los palestinos no acudan a instancias internacionales con su demanda independentista, Israel se comprometió a dejar en libertad a 108 presos en cuatro fases, de las que hasta ahora se han cumplido las dos primeras.
Hoy, el viceministro de Defensa, Dany Danón, exhortó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a que suspenda la liberación de los 52 presos restantes, todos ellos anteriores al proceso de paz de Oslo de 1993.
“Estas conversación son un engaño para los israelíes y para los palestinos, debemos poner fin al curso de colisión por el que nos dirigimos”, afirmó el ministro, uno de los políticos más derechistas en el partido gobernante Likud.