Cada 8 de marzo, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer, surge la misma pregunta en un sinnúmero de hombres ¿Que acaso no existe un día para conmemorarnos a nosotros?
Porque, en efecto, es poco conocido el dato de que, desde 1999, se decidió que el 19 de noviembre es el Día Internacional del Hombre.
La idea surgió en Trinidad y Tobago y se extendió a muchos países como Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bolivia, Brasil, Canadá, China y México, por citar algunos de ellos
En su momento, Ingeborg Breines, directora del Programa Mujeres y una Cultura de la Paz, de la UNESCO, afirmó “esta es una excelente idea y dará un poco de balance entre géneros”.
“Pero si el día del hombre es todos los días, ¿para qué quieren una fecha especial?”, se preguntan a su vez muchas mujeres.
Además, la conmemoración del Día Internacional del Hombre se entrelaza con Movember, (contracción de las palabras en inglés moustache y november), que es un evento anual en el que se invita a los varones a dejarse crecer el bigote durante el mes de noviembre y se organizan encuentros.
La intención de este festejo, que inició en 2003 por iniciativa de un grupo de jóvenes de Melbourne, Australia, que tenían a un amigo enfermo, es concientizar a la población sobre temas de salud del hombre, como cáncer de próstata, cáncer de testículo, depresión masculina y similares.
A través de este evento, al que se unieron Canadá, Reino Unido España y Estados Unidos, entre otros varios, también se recauda dinero para ayudar a una o más instituciones enfocadas a temas de salud masculina.
Lo cierto es que, a diferencia del día de las mujeres, el Día Internacional del Hombre aún no logra el eco suficiente como para que se le recuerde y para que provoque acalorados debates sobre temas que afectan al ala masculina del mundo.
Muchos hombres, de hecho, ni siquiera saben de la existencia de esta fecha; por eso cabe el recordatorio hoy.