CABO CAÑAVERAL. La NASA espera que su nueva nave espacial a Marte haga honor a su nombre.
La sonda exploradora robot llamada Maven será lanzada al espacio el lunes para realizar un viaje de 10 meses al planeta rojo. Una vez concluido el viaje, volará en órbita en torno a Marte y estudiará la atmósfera marciana para comprender cómo el planeta pasó de templado y húmedo, a frío y seco.
“Un maven es un experto de confianza”, dijo el director científico espacial John Grunsfeld. La Maven ayudará a los científicos a “elaborar una historia de la atmósfera de Marte y ayudará a los futuros exploradores humanos que viajen a Marte”.
La misión de 671 millones de dólares es la 21ra expedición de la NASA al vecino más atractivo de la Tierra, tras el periplo de la sonda espacial Curiosity, que sigue funcionando un año después de su llegada a Martes.
Cuando la Maven llegue a Marte en septiembre, se unirá a tres sondas espaciales en funcionamiento, dos de Estados Unidos y una europea. Una nave orbital india llegará más o menos al mismo tiempo. La Maven será la décima sonda enviada a Marte por la NASA; tres fracasaron, lo que prueba lo difícil de la tarea.
“Ningún otro planeta, aparte quizá de la Tierra, acaparó la atención del público de todo el mundo como Marte”, dijo Grunsfeld.
En un principio Marte tuvo una atmósfera de espesor suficiente como para retener agua y nubes de humedad, dijo el investigador jefe Bruce Jakosky, del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado en Boulder. Alguna vez el agua corrió en Marte, y seguramente existió fauna microbiana.
“No obstante, la atmósfera cambió de alguna forma con el tiempo al medio ambiente frío y seco que vemos hoy”, dijo Jakosky. “Lo que no sabemos es cual fue la causa de ese cambio”.
Maven, abreviatura en inglés de Evolución Atmosférica y Volatilidad de Marte, es la primera sonda especial dedicada enteramente a estudiar la parte superior de la atmósfera de Marte. La sonda de la India también estudiará la atmósfera pero dará un paso más al buscar metano, un posible indicador de vida.
Los científicos conjeturan que parte de la atmósfera primaria y el dióxido de carbono cayeron sobre la superficie marciana, ya que hay pruebas de minerales de carbono en Marte. Los gases podrían haber ascendido y difuminarse en el espacio, despojados por el Sol, molécula por molécula, dijo Jakosky.