Muchas de las figuras más influyentes en las esferas de la economía y la política no provienen de un pasado próspero. Es el caso de Steve Jobs, quien a la postre se convirtió en el empresario más innovador, o el del presidente Barack Obama, que tiene el honor de presumirse como el primer mandatario de piel negra en Estados Unidos.

 

Otro ejemplo es el de Michael Bloomberg, quien está por dejar el cargo de alcalde de Nueva York, el corazón financiero de Estados Unidos. Apenas en septiembre pasado fue considerado “ciudadano del año” por la Iniciativa Global Clinton, junto con la joven activista paquistaní Malala Yusufzai.

 

Las actividades de Bloomberg no se limitan a su ciudad o país, en septiembre el presidente de la organización civil El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, aceptó que recibirían 10 millones de dólares del alcalde de Nueva York, para financiar sus campañas en contra de la obesidad, y en las que se impulsa la aplicación de un impuesto a los refrescos.

 

“El financiamiento nos lo empezaron a entregar el año pasado, es decir, tenemos un año y es a tres años. La mayor parte del financiamiento es visible, han sido las campañas públicas que hemos hecho, no hay nada que ocultar”, afirmó entonces Calvillo.

 

Es además el fundador de la agencia de noticias especializada en finanzas Bloomberg, una de las más importantes en el sector, la cual creó con ayuda de la compañía Merrill Lynch, otra importante consultora en el mundo de la economía.

 

Con un amplio currículum, uno se pregunta cuál puedo haber sido el primer sueldo de Michael Rubens Bloomberg. De acuerdo con Forbes Magazine en su edición española, el actual alcalde de Nueva York, que militó en el Partido Demócrata, el Republicano y luego se hizo independiente, ganaba dos dólares por hora estacionando automóviles.

 

Esto habría ocurrido cuando Bloomberg tenía entre 17 y 18 años, y se vio en la necesidad de aceptar ese trabajo para pagarse su carrera de Ingeniería Eléctrica en la Universidad John Hopkins de Baltimore.

 

Bloomberg nació el 14 de febrero de 1942 en el seno de una familia judía: su abuelo paterno y su abuela materna fueron inmigrantes rusos. De hecho en octubre Israel lo reconoció como el primer ganador del Premio Génesis, popularmente conocido como el “premio Nobel Judío”, de un millón de dólares.

 

La Fundación del Premio Génesis dijo que Bloomberg recibió el homenaje como el primer ganador por su larga trayectoria de servicio público y filantropía.

 

El padre de Bloomberg era un agente de bienes raíces. Vivió en Medford, un suburbio de Boston hasta que concluyó su carrera. Más tarde obtuvo su Maestría en Administración de Negocios (MBA, por sus siglas en inglés) en la Harvard Business School. Eso lo motivó a mudarse a Nueva York donde consiguió entrar al Salomon Brothers, uno de los bancos de inversión de referencia en Wall Street.

 

Fue ahí donde despegó su carrera pues aprendió el valor de la información financiera y el precio que la gente estaba dispuesta a pagar por ella, pensando tal vez en el famoso ficho “la información es poder”.

 

“Así́, tras una década construyéndose un nombre en el distrito financiero más influyente del mundo, a finales de los setenta decidió́ crear una empresa, Bloomberg LP, consagrada a ofrecer software financiero, datos y noticias. Para ponerla en marcha contó con el apoyo de Merrill Lynch, que se convirtió en su principal cliente y terminó invirtiendo 30 millones de dólares que ayudaron a establecerla como la firma de referencia de información bursátil”, dice Forbes Magazine España.

 

 

A la postre Michael Bloomberg, quien recibió su primer sueldo de dos dólares por hora aun sin cumplir la mayoría de edad, se convertiría en uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, ubicado en el puesto 10 concretamente, pues su riqueza alcanza los 31 mil millones de dólares.

 

Y no conforme, administra el corazón financiero de Estados Unidos desde enero de 2002, aunque su mandato está por concluir. En el cargo lo sustituirá el demócrata Bill de Blasio, quien asumirá el 1 de enero como el alcalde número 109 de la ciudad más grande del país.

 

El demócrata hizo una campaña anti Bloomberg, en la que cargó contra la desigualdad económica y retrató a Nueva York como “una historia de dos ciudades” —una rica y otra de clase obrera— con un alcalde a favor de las empresas y el desarrollo y quien hizo su fortuna gracias a una agencia de información financiera que lleva su apellido.