KABUL. Dos bombas colocadas en caminos causaron la muerte de nueve niños el lunes en Afganistán en incidentes separados.
En tanto, seis cadáveres hallados un día antes en una provincia sureña fueron identificados como policías y no contratistas como se reportó inicialmente, dijeron funcionarios.
Una de las bombas mató a siete niños de la misma familia en la provincia de Paktika, dijo el vocero del gobernador Mojlis Afgan. Otros tres niños de la familia resultaron heridos. Todos ellos estaban jugando en el camino cerca de su casa cuando se produjo la explosión.
La detonación ocurrió cerca de la casa de los menores en la zona de Mulazi de esa región, que linda con Pakistán. “Cuatro niños murieron en el acto y otros tres fallecieron después en el hospital, debido a las heridas sufridas. Todos ellos pertenecen a la misma familia”, explicó Afgan.
En otro incidente en la provincia sureña de Kabul, dos niños murieron cuando el vehículo de su familia pasó sobre una bomba colocada en el camino, dijo el vicegobernador provincial Mohamed Jan Rasoolyar. La familia viajaba a la capital provincial de Qalat para hacer compras. El padre y un tercer niño resultaron heridos, agregó.
Minas, las armas más mortíferas contra civiles
Las bombas en los caminos y otros artefactos explosivos improvisados están entre las armas más mortíferas en el arsenal de los insurgentes y suelen matar civiles.
Una fuente oficial citada por el medio afgano Pajhwok elevó el número de heridos a cinco y situó también en siete las víctimas mortales de la explosión, que atribuyó a una mina.
Estos incidentes son constantes en Afganistán, especialmente en el conflictivo arco suroriental fronterizo con Pakistán, donde se encuentran los bastiones de los talibanes, que luchan por derrocar al Gobierno e implantar un régimen integrista islámico.
En plena fase final del proceso de repliegue de las tropas de la OTAN, la guerra afgana se halla en uno de los momentos más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, a finales de 2001. Según un informe de la ONU, el conflicto en el país asiático provocó en 2012 la muerte de 2 mil 759 civiles y 4 mil 805 heridos, el 81 % de ellos en ataques perpetrados por los insurgentes. (EFE y AP)