INTERNET HA REVOLUCIONADO LA FORMA EN QUE LA GENTE SE COMUNICA EN EL MUNDO, pero desafortunadamente la red puede volverse insostenible en su forma actual, dice Eugene Kaspersky, CEO de Kaspersky Lab. Las amenazas cada vez más sofisticadas que se ciernen segundo a segundo sobre la red ha creado como respuesta la inversión de miles de millones en sistemas de seguridad y equipos de espionaje y contraespionaje de los gobiernos, bajo la premisa de que no pueden permitir que Internet quede bajo el control de algún adversario, señala Kaspersky, quien comanda un ejército de matemáticos, criptógrafos y físicos dedicados a combatir las ciberamenazas.
Internet se ha ido convirtiendo en un campo de batalla, continúa, donde los diversos servicios de seguridad y los grupos de hackers que trabajan por cuenta propia o para alguien más, se espían unos a otros y a veces atacan redes informáticas.
Para Kaspersky, el daño colateral probablemente más grave de las revelaciones de Edward Snowden sobre la vigilancia de la nsa es que, ante la desconfianza de los gobiernos entre sí, la web se balcanice, es decir, que cada país imponga una regulación propia sobre la red. Si eso sucede, no significa que los usuarios de un país no serán capaces de acceder a los recursos web ubicados físicamente en otro, aclara. Sino que esas fronteras cibernéricas costará decenas de millones de dólares administrarlas, harán perder agilidad y eficiencia a la red y generarán vacíos legales que aprovecharán los ciberdelincuentes.
Kaspersky no habla en términos teóricos. Países como Alemania y Brasil están considerando desarrollar sus propios sectores de la red y protegerlos de cualquier control extranjero, concluye el experto.