SAN PETERSBURGO. Un juez ruso se negó el lunes a liberar a una de las 30 personas arrestadas tras una protesta de Greenpeace contra la extracción de petróleo en el Ártico, dando a entender que todos podrían permanecer en la cárcel tres meses más a la espera de un juicio.
El activista australiano Colin Russell fue el primero en presentar su alegato, al tiempo que los investigadores solicitaban a la justicia de San Petersburgo extender el período de detención para los 30. Otros seis acusados, entre ellos la brasileña Ana Paula Alminhana Maciel, también tenían audiencias el lunes.
Durante audiencias separadas hace dos meses para determinar si los acusados serán encarcelados, los fallos fueron iguales en los 30 casos.
La Guardia Costera rusa se incautó el barco de Greenpeace el 18 de septiembre y arrestó a todos a bordo después que algunos de los activistas en favor del ambiente trataron de escalar una plataforma petrolera de Gazprom, la paraestatal rusa de energía.
Los detenidos son acusados de vandalismo, que conlleva una sentencia máxima de siete años de prisión. En un principio fueron acusados de piratería, un delito más grave, pero los investigadores dijeron que esos cargos serían retirados.
“No he hecho nada malo”, dijo Russell, de 59 años, ante el tribunal, y agregó que no comprende por qué ha sido detenido.
Su abogado pidió al tribunal que lo dejara en libertad bajo fianza de dos millones de rublos (61.500 dólares) o que lo pusiera bajo arresto domiciliario en un hotel de San Petersburgo. Pero el juez se negó, diciendo que si lo dejaba en libertad podía ejercer presión sobre la pesquisa o huir del país.