MÉXICO. Un encuentro que en el papel se presenta muy disparejo es el que escenificarán este jueves las escuadras de Santos de Nueva Orleans y Halcones de Atlanta en el Georgia Dome de la ciudad de Atlanta, para arrancar la décima segunda fecha de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL).
Este es el típico encuentro en el que se miden equipos que tienen objetivos distintos en la recta final de la temporada, pues mientras el cuadro de los Santos lucha por finalizar en la primera posición no sólo de la División Sur sino de la Conferencia Nacional, el cuadro de Atlanta aspira a tener un final decoroso.
Es que posiblemente la escuadra de Atlanta es la que más ha decepcionado, pues luego de que la temporada anterior finalizó con récord de 13 triunfos a cambio de tres derrotas, hasta el momento están inmersos en una mala racha ya que han perdido sus últimos cuatro partidos, lo que los tiene con marca de dos triunfos a cambio de ocho reveses.
En tanto, para Nueva Orleans, que tiene marca de ocho ganados a cambio de dos perdido y que ha ganado dos partidos consecutivos, el triunfo es vital, pues está siendo acechado por el cuadro de las Panteras de Carolina, que se le ha acercado a un juego y el triunfo les garantizaría mantenerse una semana más en la cima de la División Sur de la Conferencia Nacional.
El claro favorito para este cotejo es Nueva Orleans, pues su ofensiva está entre las mejores de la NFL, ya que es la número dos en puntos anotados por encuentro con un promedio de 28.8, la segunda mejor de la Liga en yardas totales conseguidas por cotejo con 419.1 y el segundo sitio en lo referente a yardas conseguidas por pase con un promedio de 321.9.
Por su parte, la defensiva de Atlanta ha sufrido un terrible bajón en relación a la temporada anterior, pues está ubicada en las últimas posiciones.
Es la número 29 en puntos permitidos por juego con 29.2, la número 26 en yardas totales permitidas con 381.9, la número 22 defendiendo el pase al permitir 249.2 y la número 30 tratando de contener la ofensiva terrestre ya que permite a sus rivales lograr 132.7 yardas totales por carrera.
La gran transformación que ha sufrido Nueva Orleans ha sido en su defensiva, que con la llegada del Coordinador Rob Ryan ha ganado respetabilidad y se ha convertido en una gran fuerza que soporta la potencia de su ofensiva.
La unidad defensiva de Nueva Orleans es, hablando de manera global, la cuarta mejor de toda la NFL, la tercera mejor defendiendo el pase al permitir apenas 191.4 yardas aéreas por encuentro, la cuarta mejor en yardas totales permitidas por cotejo al aceptar 305.4 y la quinta en puntos permitidos por partido con 18.3.
La “debilidad” de Nueva Orleans en su defensiva está al tratar de contener las carreras, pues son la número 17 al permitir que los corredores rivales les avancen en promedio 114 yardas por partido, que posiblemente no se vea amenazada en ese aspecto pues Atlanta es la segunda peor ofensiva terrestre de la Liga al conseguir una raquítica producción de 73.1 yardas por juego.
Donde ha brillado el cuadro de Atlanta en esta campaña es en su ofensiva aérea, que es la sexta mejor de la NFL al lograr 274.4 por partido, esto a pesar de que sufrió la baja por lesión por lo que resta de la temporada de su estelar receptor Julio Jones, quien el 7 de octubre en el partido que los Halcones disputaron con Jets de Nueva York se lesionó un pié.
Finamente, este contratiempo ha hecho que el mariscal de campo Matt Ryan necesite una vez más recurrir a las seguras manos de su veterano ala cerrada, Tony González, quien se ha convertido en el principal blanco de sus pases, hasta ahora ha capturado 54 para una ganancia de 568 yardas y en cuatro ocasiones se han combinado para touchdown.