HONG KONG. Al menos 7.8 millones de mujeres y niños de Filipinas, afectados por el tifón Haiyan que ha dejado más de cuatro mil muertos, necesitan ayuda urgente, informó la subsecretaria general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
Alrededor de 3.2 millones de mujeres y 4.6 millones de niños requieren apoyo psicológico y protección contra violaciones, tráfico humano y explotación, dijo Amos, quien la víspera visitó la ciudad de Tacloban, capital de la isla de Leyte, una de las más devastadas por el tifón.
“Las mujeres embarazadas o las que acaban de dar a luz, así como otros grupos vulnerables necesitan ayuda especial”, subrayó la representante de la ONU, cuyas declaraciones se producen tras denuncias de violencia y agresiones sexuales en las zonas azotadas por el desastre natural.
Asimismo, Amos destacó la mejora que ha observado en la distribución de asistencia humanitaria en las ciudades, aunque no en las zonas rurales de Filipinas, reportó este miércoles el diario Philippine Star.
Amos se mostró impresionada por la resistencia que han demostrado los filipinos a pesar de la devastación causada por Haiyan.
“Me sigue deslumbrando el espíritu de resistencia del pueblo filipino. Allá donde iba, veía familias decididas a reconstruir las vidas en unas condiciones muy difíciles”, relató.
Según cifras de las Naciones Unidas, hasta ahora se han repartido alimentos a más de 1.1 millones de damnificados, mientras que se ha conseguido establecer puntos de acceso de agua potable a miles de ellos en la localidad de Capiz, Roxas y el norte de Cebú.
La organización Acción contra el Hambre ha advertido que hay áreas rurales completamente devastadas donde los víveres no han llegado aún, y zonas aún más remotas e islas pequeñas “de las que no se sabe nada”.
Esta mañana, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres elevó la cifra de muertos por el tifón a cuatro mil 11, ubicó en 18 mil 557 el número de heridos y situó en mil 602 los desaparecidos.
Las agencias humanitarias de las Naciones Unidas han cifrado en 13 millones el número de afectados y en cuatro millones el de personas desplazadas internas, de las que sólo el 10 por ciento se encuentran en centros de evacuación.
El gobierno filipino ha estimado el coste de reconstruir las viviendas, escuelas, carreteras y puentes destruidos por Haiyan en unos cuatro mil 250 millones de euros (casi cinco mil 800 millones de dólares).
Haiyan, con vientos de hasta 315 kilómetros por hora, es el tercer desastre natural más mortífero en la historia reciente de Filipinas, tras el tsunami que causó entre cinco y ocho mil muertos en 1976 y la tormenta tropical Thelma, que dejó cinco mil 100 fallecidos en 1991.