La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aceptó la recomendación número 45 de este año emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) relativa al acoso de un profesor de bachillerato hacia una alumna.
En un comunicado de siete puntos, la máxima casa de estudios destacó que la recomendación se acepta dentro del plazo establecido, con precisiones y aclaraciones, que se detallan en la respuesta a la CNDH que puede ser consultada en su versión íntegra en el sitio www.dgcs.unam.mx/cndh.pdf.
En ese sentido, rechazó que se haya querido ocultar un asunto que condena y reprueba, como se ha expresado con claridad y hoy se reitera.
Es falso también, sostuvo, que hubiera impunidad. De hecho, la respuesta entregada hoy detalla en forma puntual las acciones emprendidas por la institución y aseveró que “desde que se tuvo conocimiento del caso se actuó con contundencia”.
En el documento, la casa de estudios detalló que en 11 días hábiles se aplicó la máxima sanción prevista en la normatividad universitaria, consistente en el despido del profesor; además de que se ofreció apoyo académico-escolar y médico a la joven.
“El mismo día de los hechos, el abogado del plantel acompañó a la menor y a sus padres a levantar la denuncia penal correspondiente. A partir de ese momento se ha apoyado la averiguación previa AP/PGR/FEVIMTRA/202/2013 y se tiene el conocimiento puntual” del estado de la indagatoria y la instancia en que se encuentra.
Externó su extrañeza de que la CNDH pretenda la coadyuvancia de la UNAM para presentar una denuncia cuando hay una en pleno desarrollo, y ratificó que la responsabilidad del expediente está a cargo de la autoridad ministerial y no de la universidad.
La máxima casa de estudios del país advirtió que la CNDH desconoce el marco jurídico universitario al señalar que la UNAM fue omisa por haber dado vista a la Contraloría Interna, pues esa instancia no tiene atribuciones para conocer de faltas de personal académico, con excepción de daños patrimoniales.
Así, destacó, hacer lo que plantea el organismo defensor implicaría inobservancia de la normatividad universitaria.
La UNAM dejó claro que en las últimas décadas, como parte fundamental de su actividad académica, hay una historia universitaria de promoción, respeto y protección de los derechos humanos, con acciones específicas que abarca la docencia y la investigación.
El trabajo en ese rubro, añadió la institución educativa, incluye también la vinculación con la sociedad y las instituciones públicas, nacionales e internacionales involucradas en la materia y con las modificaciones al marco jurídico universitario.
Pese a esas acciones, como se responde a la recomendación, se ha solicitado a distintas instancias de la universidad que desarrollen un programa de educación, formación y capacitación en la materia y, en particular, sobre los derechos que el orden jurídico mexicano confiere a las mujeres.