La situación que viven los alcaldes los pone entre la espada y la pared. Por un lado, padecen las constantes amenazas del crimen organizado y por otra son extorsionados por autoridades legislativas que les piden “mochada” a cambio de darles persupuesto para obras.

 

Los presidentes municipales son el último eslavón en la cadena de autoridades. Muchos de ellos, denuncian todas las injusticias que atentan contra su persona, sin embargo ninguna autoridad les garantiza seguridad.

 

Para la presidenta de la Asociación de Autoridades Locales de México, Leticia Quezada, la situación que viven los alcaldes ha encendido las alarmas.

 

“Son el último eslavon, practicamente están sin presupuesto, sin facultades y ahora amenazados por el crimen organizado y ahora la mochada que le llaman, es una situación que nos pone en alarma”, declaró la también jefa delegacional de la Magdalena Contreras en el Distrito Federal.

 

El último presidente municipal que se atrevió a denunciar abiertamente las extorisiones del crimen organizado, fue asesinado. El cuerpo de Ygnacio López Méndoza, quien se encargaba del municipio de Santa Ana Amaya en Michoacán, fue localizado hace unos días en Guanajuato.

 

“Lo que pasó copn Ygnacio López, quien denunció una serie de amenazas y lo estuvimos acompañando todo el proceso y desgraciadamente perdió la vida y fue asesinado, nosotros necesitamos que se esclarezca este asesinato”, declaró la perredista al participar en el Congreso Nacional del PRD en Oaxtepec, Morelos.

 

El caso del Ygnacio López no es un caso aislado. De acuerdo con Quezada, varios alcaldes han manifestado su preocupación ante las amenazas del crimen organizado, por lo que urgió a instalar un protocolo de actuación inmediata para dar protección a los presidentes municipales.

 

Aunado a esto, también exigió que se frenen las “mochadas” que exigen legisladores a los presidentes municipales para bajarles recursos para obras.

 

“Hay células de contratistas y cabilderos y que existen en el país, ofreciendo a alcaldes que le sbajan dinero por cierto porcentaje. Que los diputados se sustraigan a hacer este tipo de acciones porque alteran la vida del municipio. A los municipios le pide el crimen organizado un porcentaje y luego los diputados les piden otro porcentaje, pues se quedan sin operación para nada y se quedan sin presupuesto”, sostuvo.