La relación entre México y Estados Unidos es demasiado intensa e importante, por lo que pese a que se confirmaran casos de espionaje telefónico no se descarrilará, afirmó el embajador mexicano en el vecino país, Eduardo Medina Mora.
Entrevistado en la inauguración de la LI Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, Medina Mora también informó que no hay un tiempo límite para que el gobierno de Estados Unidos responda, por la vía diplomática, sobre los presuntos casos de espionaje telefónico.
En un hotel capitalino, recordó que el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con su similar de Estados Unidos, Barack Obama, con quien acordó que se pudiera llevar a cabo una investigación profunda y procesar esto por la vía diplomática, lo que está en proceso.
Señaló que “la relación entre ambos países es muy compleja, muy rica y llena de oportunidades, las cuales representan un desafío hacia adelante y lo importante es capturarlas, construirlas, y para eso se requiere un trabajo conjunto que no puede detenerse”.
Los presuntos actos de espionaje telefónico están siendo procesados por vía diplomática, y aún pese a que se confirmara esta práctica, que es inaceptable, ilegal e ilegítima, no se descarrilará la relación porque es demasiado intensa e importante, sostuvo.
Al cuestionarlo sobre las declaraciones de legisladores de oposición respecto de que agencias de espionaje extranjeras están presuntamente instaladas en el país, dijo que no tener información alguna.
Sobre la reforma energética, indicó que el proceso de transformación que se desarrolla a partir de la capacidad y el liderazgo compartido y de acuerdos entre los diferentes partidos en el Congreso de la Unión despierta un enorme interés.
Medina Mora subrayó que “es algo novedoso que en un país en el que no hay mayoría legislativa desde 1987 se pueda desarrollar un proceso de esta naturaleza, que transforme de raíz la condición de competitividad del país para generar mayor crecimiento económico, empleos y bienestar.
Agregó que las reformas educativa, de telecomunicaciones y competencia económica, laboral y energética generan un enorme interés y, sin duda, tienen un elemento en común: bajar los costos de transacción en el espacio económico compartido que es Norteamérica.
Respecto de si esto significa que ya se cambió el enfoque de seguridad y combate al narcotráfico por el de relaciones comerciales y energía, dijo que toda la agenda bilateral ha sido reenfocada, y esa fue la intención de los presidentes de ambos países cuando se reunieron aquí en mayo.
El objetivo es “dejar una relación que es monotemática y aprovechar la oportunidad que brinda nuestra relación bilateral para enfatizar las enormes oportunidades económicas, de formación de capital humano, de educación e innovación que tenemos”, concluyó.